No es que Blake Lively (Tarzana, California, 1987) tenga nada en contra de Bette Davis. De hecho, seguro que ambiciona sus dos Oscar y admira en el fondo a Margo Channing, su personaje en Eva al desnudo. Sin embargo, parece empeñada en suscribir las palabras de la diva: "¡Qué estúpida fui al venir a Hollywood, donde sólo triunfan las rubias platino y un par de piernas son más importantes que cualquier talento!". Una verdad inmensa, tan cierta como que los mitos de Jean Harlow, Verónica Lake, Lana Turner o Anita Ekberg se enroscan más en sus curvas que en sus registros interpretativos.