Después de todo el revuelo que ha causado el nacimiento y la estancia de Beyoncé en el hospital de Nueva York llega la hora de irse a casa. La cantante y Blue Ivy Carter abandonaron la clínica el martes junto a Jay-Z como si se tratara de una fuga.

La salida de la recién nacida fue de madrugada y por la puerta lateral de la clínica. Les esperaban una furgoneta de cristales tintados que tenía vía libre, puesto que se habían encargado de que dos grandes furgonetas cortaran el tráfico de la calle donde se encuentra el hospital Lenox Hill.

Nadie ha podido captar la primera fotografía de la pequeña Blue Ivy Carter puesto que, finalmente, se realizó una salida rápida para evitar la persecución de los fotógrafos. Mientras, dejan respirar tranquilos a los padres desalojados de la planta y disfrutar de la libertad de paso a sus habitaciones sin guardaespaldas.

Entretanto, Beyoncé se ha encargado de comprar a Blue Ivy su primeros regalos. Se ha gastado nada más y nada menos que 1,5 millones de dólares (más de un millón de euros). Entre los presentes destaca un caballito balancín que ha costado alrededor de 600.000 dólares (más de 400.000 euros).

También ha recibido un regalo de Kelly Rowland. La ex compañera de Destiny's Child de Beyoncé ha comprado una bañera a la pequeña con incrustaciones de 44.928 cristales de Swarovski. Todo parece indicar que este bebé tendrá los caprichos más excéntricos entre todos los hijos de las celebrities.