Crea expectación y "buen rollo" allá dónde va. En estos momentos, Mario Vaquerizo es uno de los rostros más populares de nuestro país. El hasta ahora conocido como excéntrico marido de la cantante Alaska ha pasado, de la noche a la mañana, a ser uno de los personajes más mediáticos y demandados del panorama nacional.

Vaquerizo se ha hecho a sí mismo o, más bien, se ha convertido en el tipo de famoso que todavía no teníamos en España. Como podemos leer en el interior de la revista Vogue, Mario ha inaugurado un nuevo tipo de celebridad. Modelada a semejanza del prototipo americano -Paris Hilton o Kim Kardashian- pero con la impronta de la españolidad -Belén Estebán-.

A pesar de su fulgurante carrera, Mario parece tener los pies en la tierra: "soy consciente de que estoy en un momento álgido, pero como no se me va la vida en ello, el día que no me coja Movistar como imagen, yo seguiré con mi curro, que no lo he dejado", confesaba en Vogue. Y es que Mario, además de integrar el grupo Nancys Rubias, es representante de artistas como Leonor Watling, Dover o, por supuesto, Fangoria.

El imparable éxito se lo debe, sin duda, a un reality de la cadena de televisión MTV. Vaquerizo protagoniza junto con su mujer uno de los espacios con más seguidores del momento, Mario y Alaska. Su paso por el programa parece haberle dulcificado el carácter y, sobre todo, haberle hecho cambiar de opinión.

Si antes afirmaba que "las anónimas que se meten conmigo en los foros de Internet son todas unas feas y unas muertas de hambre que no van a llegar a ningún lado", ahora Mario parece haber asumido que "la fama lleva implícita un sentido de la responsabilidad". "Yo entro en un bar y si he salido en un reality, soy colaborador del Hormiguero y estoy casado con una de las mujeres más famosas de este país, pues tendré que hacerme una foto con quien me lo pida". "La fama lleva implícita un sentido de la responsabilidad". Mucho han cambiado las cosas para el polifacético artista.

A la que parece no haberle cambiado la vida es a su mujer, Alaska. "Sigo haciendo lo mismo que cuando tenía 14 años. Mi vida no ha cambiado nada. No he tenido hijos, no me he casado con un hombre que llegue a casa a las ocho con un maletín...", confesaba la cantante en Vogue. La pareja afirma haber decidido no tener descendencia y de haberlo hecho, Alaska asegura que hubiese sido una "madre muy compulsiva". "Tener hijos es una opción, no una obligación. Puedes contemplarla o no. Y nosotros hemos decidido no hacerlo".

La pareja prepara una segunda temporada de su reality, esta vez, viajando a través la legendaria Ruta 66.