Madonna, que parece que tiene el don de la ubicuidad cada vez que promociona un nuevo trabajo, hacía una aparición sorpresa en el festival de Coachella 2015. Concretamente en el show del rapero Drake. La polémica cantante actuaba junto a él cuando en un momento de provocación o un intento demasiado desesperado por llamar la atención, se pegó un morreo encima de las tablas con el artista. Sin previo aviso y por sorpresa le pilló a Drake el beso de la Reina del Pop.

Al principio, parece que el rapero no dudó en seguirle el juego, pero parece que llegó un momento donde ya no aguantaba más. Y no se sabe si es que le repugnó este beso que se ha convertido en uno de los más incómodos, pero la cara del cantante es todo un poema. Limpiándose la boca -no sabemos también como sabrán los besos de la Ciccone-, el caso es que Drake puede ser fan de Madonna, pero parece que de sus morreos, no.