Tras su marcha de los micrófonos de ´Hoy por hoy´ después de dos décadas y de su paso por Cuatro y CNN+, Gabilondo (San Sebastián, 1942) mantiene su voz alta y clara en un videoblog, en su comentario en la Ser y en su espacio de entrevistas en Canal+. Cree que el futuro del periodismo está garantizado, aunque será diferente.

-Alejado de la primera línea, ¿cómo se ve el mundo un poco más apartado: mejor, peor?

-No la he abandonado, tengo menos trascendencia pública pero sigo haciendo la misma vida, no he cambiado nunca. Lo que ocurre es que tengo menos sensación de tener una responsabilidad al interpretar las cosas y eso te da un cierto alivio y posiblemente una mayor claridad al mirar. Por otro lado, forma parte de las despedidas que vas haciendo en la vida. Tengo 70 años y me voy desplazando de la pista central en este y en otros capítulos.

-El periodismo está en crisis y en tiempos de crisis es más necesario que nunca. ¿Eso cómo se resuelve?

-Ahora mismo, de difícil manera porque lo que está en crisis no es el periodismo, sino las empresas periodísticas o el modelo de negocio que ha sostenido el periodismo y están brotando, sin que aún terminen de definirse del todo, las fórmulas que lo sustituirán. Estamos en el centro de ese gran lío, así que asistimos al desmoronamiento de lo que sin embargo no se ha caído del todo y al esbozo de lo que vendrá, pero el periodismo, sin embargo, no tiene discusión sobre su futuro porque está seguro.

-Vivimos pendientes de las redes sociales. ¿Convivirán con el periodismo?

-No lo sé, porque las redes sociales son novedades espectaculares en la historia, pero todavía están viviendo el primer minuto del partido. Internet ha transformado por completo todo, pero llegar a conclusiones rápidas de los efectos exactos que produce es un poco prematuro. Veremos. Son calambres de enorme trascendencia pero medirlo ahora y sospechar su evolución, vaticinios y profecías no es muy sencillo.

-¿Lee el periódico en papel o en Internet?

-En todo. Yo por la mañana leo en Internet todas las portadas de periódicos en inglés, francés, español, los confidenciales... echo un vistazo a todo. Y luego tengo la costumbre de leer el periódico en papel, forma parte de mis rutinas diarias y me encanta: leo tres o cuatro periódicos y algún deportivo. No sé qué porvenir le quedará al papel, posiblemente tendrá un papel distinto, más minoritario o relevante, pero en mi costumbre está integrado el periódico como un producto de gran valor, incluso táctil, el olor, el afecto y la emoción.

-David Trueba decía cómo había cambiado España cuando Alfonso Guerra, que participó en programas de La Clave......ahora sale en El Hormiguero...

-Es un poco el efecto de la sociedad que ha cambiado. Las personas mayores como yo lo miramos con cierta sorpresa, pero a mí no me gusta hacer juicios de valor sólo porque me sorprendan a mí, son cambios que se producen en la vida y parece que todo lo que no resulte extremadamente ameno no está en condiciones de ser comunicado. Yo tengo una mejor opinión del criterio del gran público, que parece que solo puede entender lo ligero. Yo fui director de informativos en TVE en el año 80/81 y dábamos en prime-time teatro de hora y media con una obra de Alejandro Casona.

En su blog comparaba por su ego a Aznar con Mourinho. Ahora que el portugués se ha ido del Madrid, ¿ve a Aznar fuera del PP?

Bueno, no creo que tenga demasiadas posibilidades dentro del partido, aunque no lo sé. Pensé que iba a haber muchas encuestas para medir la opinión de los militantes del PP tras la intervención de Aznar en Antena 3, pero me quedé con la duda, me gustaría saber qué opinan de esta crítica a Rajoy. Pero no creo que tenga posibilidades de retorno, salvo catástrofe, que no deseo, por supuesto.

¿Y en otro partido?

No, no. ¡Pero vete tú a saber!

No pudo entrevistarle como presidente. ¿Lo haría ahora?

Sí, claro. Le entrevisté muchas veces antes de ser presidente, creo que 23, y tenía una relación correcta, con respeto y no sé si con afecto, pero casi. Cuando se enfadó con el grupo Prisa, me tocó la parte que me correspondía y eso lo lamento mucho. Luego me enteré de que tenía una hostilidad directa conmigo y eso fue una sorpresa. En un libro de Juan Luis Cebrián dijo que cuando Aznar llegó al Gobierno le dijo a Polanco que tenían que quitarnos a Haro Tecglen y a mí, así que parece que sí tenía algo contra mí. Yo en la guerra de Irak estuve muy duro con él y en algún tema del País Vasco, pero ¿cómo no iba a querer entrevistarle? ¡Claro!

-¿Rajoy le ha decepcionado como gobernante?

-Rajoy se parece mucho al hombre que conocía: serio, discreto, con poca imagen y transmisión exterior. Ha sido muy buen segundo y de primero me temía que iba a ser un poco así, trabajará con toda su alma pero no actúa como un líder y eso me parece una pena, porque un presidente de gobierno tiene que liderar a la sociedad y conducirla.

-Vivimos un descrédito de la política cada vez mayor. ¿No hemos aprendido nada desde el estallido del 15M?

-A mí lo que me extraña es que los partidos actúen como si no hubiese pasado nada desde la caída de Lehman Brothers. Yo no dudo de que estén estudiando cosas, pero la impavidez y la calma enorme con la que se manejan ante la creciente hostilidad de la sociedad y de su alejamiento me llama mucho la atención.

-¿La corrupción ha tocado fondo?

-A mí me gusta la parte de la corrupción que se está esclareciendo, como en Baleares, que se había convertido en líder de la corrupción. Creo que España ahora está muchísimo más limpia de corrupción que en los últimos 25 años.

-Debutó en la pantalla con el 23-F y la intervención del rey. Ahora ha pedido su abdicación...

-No exactamente, lo que digo es que han caído exhaustos en el mismo instante casi todos los hechos, instituciones y personas que tuvieron un papel durante la Transición. Han llegado casi sin aliento los partidos políticos, la Constitución, el Estado de las Autonomías, la monarquía, los medios de comunicación... Parece que todo ha pinchado a la vez, que el traje que le hicimos al muchacho de repente reventara de la sisa, la entrepierna, la espalda, el muslo. Y sería bastante necesario un movimiento de revitalización, que me parece que, en la monarquía, es más fácil esperarlo del príncipe que del rey.

-Con esta crisis, ¿dónde hay que mirar para seguir adelante?

-Los partidos y los medios de comunicación nos hemos alejado del hombre y su drama y debemos colocarle en el centro de la actividad. No podemos tener todo nuestro futuro depositado en las gráficas, en los tantos por ciento y los miles de millones de euros.

-¿Qué sucederá en las próximas elecciones?

-Me temo que en las europeas puede haber una abstención histórica. Si se leyera como una enmienda bastante sólida a la estructura de las cosas creo que podría ser muy bueno.

-¿Por qué asusta la consulta soberanista catalana?

-A mí no, pero creo que es prematura y que Mas se ha dado cuenta. Para poder soñar con posibilidades de independencia hay que contar con un consenso muy superior. Eso se lo dije a Ibarretxe también.