A sus 46 años se ha consolidado como uno de los máximos exponentes de la guitarra flamenca. Extrovertido y salado en las distancias cortas, y sensible y punzante en sus interpretaciones, este músico andaluz, discípulo de Manolo Sanlúcar, ha enlazado con acierto el flamenco con la música celta en Tierra, su último disco.

¿En qué piensa al despertar?

Que voy a llevarme bien conmigo, en crecer y olvidar ese pensamiento que tenemos que nos puede atormentar. Cuando amanece, pienso en buscar la luz. Si te llevas bien contigo, te llevas bien con el mundo.

¿Cuál es su desayuno preferido?

Me gusta todo. Pero mi preferido es el pa amb tomàquet con jamón. Aunque ahora que hago un régimen en el que no debo mezclar hidratos de carbono y proteínas, me conformo con una tostada con ajo y aceite. El ajo me encanta, me los como enteros, crudos. No soy muy de dulces por la mañana, pero me gustan el chocolate, el turrón blando y el pionono, que lo hacen en Santa Fe, en Granada, que es lo mejor que existe en dulce. Y me gusta tomarme un expreso muy endulzado.

No sale nunca de casa sin€

La guitarra cuando tengo que viajar. Pero en Córdoba, donde vivo, no salgo sin la buena intención de disfrutar con mis amigos.

¿Cómo se lleva con el duende?

El duende es la seguridad en ti mismo, es lo que te hace sentirte libre en el escenario. Y también es un momento, un regalo que te viene si la mente está pensando en música.

Yo siempre estoy pensando a ver qué puedo hacer musicalmente. Y a veces te viene una chispa, pero eso es porque tú estás buscando.

¿En qué piensa sobre el escenario?

Trato de irme a lo más profundo de lo que voy a hacer. O a lo más alto y volar. Cerrar los ojos para ver mejor.

¿Cómo está de la hernia discal?

Me operaron y estoy bien. Pero es algo para toda la vida y hay que tener cuidadito. Antes de operarme estaba mal. Me quedé encogido.

¿Cómo le gustaría ser recordado?

No me he parado a pensarlo nunca. Lo que me gustaría es ser recordado, no cómo. Que mi trabajo haya contribuido a la música, a la forma de expresión. En la música hay que tener en cuenta qué vas a decir y cómo vas a hacerlo.

Una bebida.

¿Una o dos? Una buena cerveza y vino tinto, que me gusta mucho.

¿Qué haría si pudiera ser invisible?

Me colaría en los sitios que nos colaríamos todos. Solamente para gozar de los regalos de Dios, de la belleza. Me colaría en la habitación de alguien que creo que me quiere para saber si es así (se ríe). Poco más. Pero me gustaría saberlo por si tengo que tirar hacia otro lado.

El mejor momento del día.

Aparte del momento de las necesidades fisiológicas, que son varias (se ríe), es cuando estoy harto de dormir. Yo duermo muy poco. Y también cuando sale una idea.

Su coche.

Un BMW, porque el que me gusta de verdad es un Aston Martin. Pero me conformo con una bicicleta.

Si tiene una hora libre, ¿qué hace?

Irme a tomar una cerveza con un amigo. O leer. De todas formas, esa libertad no existe, ya que si estás con un amigo tampoco estás libre. Siempre estamos atados a algo.

Un pensamiento que le dé energía.

El amor a las personas, por supuesto.

¿Con quién compartiría una cena?

Con Javier Bardem, por ejemplo. Me parece un gran artista.

Si no fuera guitarrista€

Podría ser guitarrero, porque me gusta el olor de la madera. Pero también cocinero. Creo que lo haría con amor y me entregaría.