Beatriz de Orleans ha sido y es, como ella misma lo define, una "mujer con suerte", que ha podido disfrutar de casi todos los placeres de la vida porque su situación económica y posición social se lo han permitido. Sin embargo, haciendo balance de todos esos placeres resulta que gran parte de ellos están al alcance de muchos, porque para ella el lujo es la "exclusividad" y no tiene que ser necesariamente algo carísimo o inaccesible. En su último libro, ´Disfruta una experiencia de lujo´, la aristócrata, ex mujer del hijo del Conde de París, desvela cien planes exclusivos que ella ha disfrutado y que cree que todo el mundo debería saber, porque como ella misma asegura "la vida merece que nos demos algún capricho de vez en cuando o ¿para qué trabajamos?"

¿Para disfrutar del lujo es necesario ser rico?

Antes que nada quiero explicar el título del libro, para llevar a cabo una experiencia de lujo no influye tener o no tener dinero. Yo recojo momentos increíbles como ver una puesta de sol en una playa o alquilar una isla al lado de Ávila que te cuesta cuatro duros, pero muchas veces la gente desconoce las posibilidades que hay. Muchos pueden pensar que propongo cosas caras, y obviamente hay planes más caros y más baratos, pero mi idea fue descubrir lugares insólitos. Es un "tutti frutti" de todo.

¿Cuál es el capricho que se concede de vez en cuando?

Pues mira, aunque he tenido mucha suerte, disfruto de pasear por una playa con mis dos perros, y eso te cuesta un café por la mañana o un "bloody mary" por la tarde. Hay que quitar de la mente que el lujo es tener una joya. Hay que decir que en este libro he buscado sólo lugares de Europa, está pensado para la gente joven y la gente viajera, quiero que sea una referencia imprescindible para ellos. En España hay una costumbre muy arraigada que es que cuando vas a casa de alguien le llevas un regalo, llevar bombones ya no tienen sentido porque nadie se los come, ni flores, porque se estropean. Si tienes que regalar algo pues llévate esta guía.

¿La clase y la elegancia van de la mano de la posición económica?

No. Hay cosas en la vida que no se compran, la elegancia es una forma de estar bien con uno mismo y tener un equilibrio en tu mente y tu cuerpo y si tienes dos kilos de más qué, no te va a cambiar la vida, estás equilibrada, no eres tímida y no vas como los nuevos ricos que van por ahí para impactar. Hay gente que es superelegante en vaqueros y no le cuesta dinero, pero hay muchos que tienen mucho dinero y son paletos, que van a una tienda y se compran de todo. La clase y la elegancia no las da el dinero.

Una guía de cien propuestas exclusivas, ¿las ha probado todas?

Sí, todas. Son planes que he llevado a cabo durante varios años, pero conozco todos los sitios de los que hablo. Y es que hoy por hoy un viaje a Venecia te cuesta 45 euros, ya no es como antes. A mí siempre me han aburrido los hoteles de quinientas habitaciones, yo siempre busco lugares con encanto y con un poco de sabor.

¿El español sigue sin creer en lo que hace?

Todavía el español no sabe valorar lo suyo, es cierto que las cosas están cambiando pero falta mucho. Deberíais estar orgullosos de vuestro país, poco a poco os vais animando pero queda mucho trabajo por hacer. Yo en realidad hago esto porque adoro España y merece la pena que se conozca mucho más.

¿Es bueno permitirse un capricho de lujo de vez en cuando?

Claro que es bueno, es buenísimo, porque el lujo hace soñar. Cuando vas ahorrando y ahorrando para darte un capricho, para comprarte un buen bolso o un perfume que vienen en un frasco divino, eso es maravilloso. Hay gente que pasa toda su vida quejándose; ay, que me duele la cabeza€Pero también hay gente que no se queja, porque en el fondo esto es un cuestión de voluntad. Si has ahorrado para comprarte un capricho, pues cómpratelo. Si te compras un buen bolso eso es para toda la vida, y si te aburres de él pues lo guardas en el armario y lo vuelves a sacar dentro de dos o cinco años. Yo lo he hecho muchas veces. ¿Para qué trabajamos si no nos podemos dar un lujo de vez en cuando?

¿Qué tiene España que le enamoró para quedarse a vivir, usted que venía de París?

Vosotros veis muy fácil París, veis lo bonito porque vais de vacaciones, pero París es mucho más que eso y no se puede comparar el nivel de vida de aquí con el de Francia. ¡España es mucho mejor! Aquí tenéis un clima maravilloso, una pasión por las tradiciones que me parece ejemplar, un respeto por las personas mayores y por la familia que no hay en otros lugares. En España la gente vive muy pegada a la familia y eso es maravilloso, es algo bonito. España es agradable, y en Madrid hay una oferta cultural importante y buena: conciertos, museos, conferencias. ¡Madrid ya no tiene que tener ningún complejo de nada, ni España! Estamos mucho más en crisis en Francia que en España. Yo, como ya no uso el coche porque me arruinaban a multas, lo veo cuando viajo y me cruzo con la gente de la calle. La gente en Francia está muy mimada, pero en España son respetuosos y si tú les regalas una sonrisa ellos te la devuelven. Y ¿qué me dices de los abuelos que quedan en la plaza mayor con sus nietos y pasan la tarde?, eso es algo que sólo se ve en España. Te vas a Nueva York y no ves a ninguna persona mayor por la calle, yo no sé si los encierran o que hacen, no sé qué hacen con los ancianos allí, no hay mujeres mayores, por eso la costumbre española de salir a la placita a pasar la tarde con los abuelos y tomar un café o un refresco me parece un costumbre muy bonita. Eso es calidad de vida.

¿Quién es para usted una representante máxima del lujo y la elegancia en España?

Hay una mujer, Marisa Borbón. Es tan elegante, es tan refinada€ todo en ella es perfecto. Luego tienes a Naty Abascal que es elegante y muy andaluza pero también hay una chica, Marta Chávarri, que cuando la ves en la calle con un vaquero y un jersey es la bomba, con una elegancia fantástica. Las españolas tenéis una piel muy bonita, un pelo fantástico y además como estáis al sol y estáis felices pues todo ello es genial. Hay mucha elegancia en España. Cada vez veo a más chicas jóvenes que van divinas y sin necesidad de gastarse mucho.

Victoria Beckham dice que España ya no huele a ajo.

Bueno, menos mal, ¡ese bicho de mujer!, además es una estúpida, el ajo es buenísimo para la salud, lo que debería es comer un poco más de ajo ella y su familia. Voy a mandarle una cesta de ajo a su palacio.

Dice que está cansada de que le pregunten por doña Letizia...

No, no he dicho que esté cansada, es normal que me preguntéis por ella, pero sabéis muy bien toda la prensa que no voy a decir mucho de ella, salvo que me parece fantástica y que le tengo mucho cariño y que pienso que hace su trabajo fenomenal.

¿Qué hay detrás del negocio del lujo?

En Francia es la fuente de divisa más importante. Para un país el lujo son miles de puestos de trabajo. Detrás de un bolso de una marca de lujo hay un proceso de creación que da trabajo a muchísima gente. Hay un trabajo minucioso para llevar a cabo el tratamiento de la piel o de la seda, porque hay que tener a los animales con muchos cuidados y se los alimenta de una forma especial y natural. Es como el ser humano, para tener una piel fantástica uno no puede alimentarse sólo de patatas. Luego hay que tratar la piel durante casi seis meses y cortarla. Son bolsos que tienen que aguantar las temperaturas extremas de Moscú o de Catar. Hay miles de personas detrás de ese bolso, por eso me pone furiosa cuando dicen que es caro, porque en realidad no tienen tanto margen de beneficio.

Pero hay gente que teniendo mucho dinero carece de gusto ¿dónde se aprende la elegancia?

La elegancia es una cuestión de sensibilidad y cultura pura. ¡Cómo quieres que un niño que toda la vida ha comido en mesa de plástico y con los dedos sea como una persona que coma en una mesa y utilice bien los cubiertos! Gracias a la prensa y la televisión y a la imagen eso llega a todo el mundo, la cultura llega a todo los sitios. España ha cambiado de una manera espectacular en los últimos años, y habéis pasado del negro al blanco. Las chicas ahorran para una buena laca de uñas porque la que les cuesta dos euros se estropea y se rompe y el pincel es malísimo. Pero si te comprar uno de Chanel es una delicia, el frasco es bonito y la laca dura.

¿Cuál es la cualidad que usted más valora en una persona?

Pues con los años, la bondad. La gente buena, las buenas personas, porque la bondad es una maravilla. Una persona buena no desprecia a nadie e intenta que todo vaya bien y agrada a la gente. En Atocha cuando voy en el AVE siempre me paro a hablar con las chicas de la limpieza y les digo que están muy bien maquilladas y ellas me sonríen. Es un ejercicio traer felicidad a las personas y ellas te la devuelven. Cuando me voy a tomar un café a una cafetería nunca me voy sin sacarle una sonrisa al camarero. Pruébalo.