Su padre también era futbolista, pero al nacer su hijo, en vez de elegir el nombre de la estrella del momento para bautizarle, se inspiró en el inventor de la bombilla eléctrica, Thomas Alva Edison. Acertó de pleno, pues Edson Arantes do Nascimento, 75 años, más conocido en este sector de la Vía Láctea como Pelé, no sólo reinventó el fútbol sino que iluminó como nadie el deporte más universal en una época de mucha radio, poca tele y cuando el vídeo era una fantasía, ciencia ficción. Los más viejos futboleros aseguran que nunca ha habido nadie como O Rei, un niño que se crió en la pobreza, que fue limpiabotas, friegasuelos y jugaba descalzo con una pelota que era un calcetín relleno de trapos. El niño que el día que Brasil sucumbió ante Uruguay en la final del Mundial de 1950 prometió a su padre lloroso que ganaría un Mundial para él. Tenía 9 años.

"No gané uno, gané tres", cuenta el astro brasileño en esta entrevista llena de risas, energía y respuestas al primer toque que entran por la escuadra. La figura del futbolista que aún ostenta innumerables récords vuelve al primer plano con el próximo estreno de la película 'Pelé, el nacimiento de una leyenda', que cuenta la primera etapa de la vida del futbolista, desde ese día en que su padre lloró por el maracanazo hasta que, con 17 años, será trascendental para levantar el trofeo de Suecia 1958. Del barro del barrio, al oro del Mundial, una batucada de sentimientos.

¿Qué siente, qué piensa al ver sus primeros años de vida en la gran pantalla?

(Resoplido) Me emocioné mucho porque viví algunos momentos muy intensos. Durante el transcurso de la producción y del rodaje ayudé en los detalles, y hubo muchos episodios en que me acordé de mi padre, que está en el cielo, y que me decía muchas cosas: "Tienes que practicar", "tienes que entrenar", "nunca te vayas a creer que eres el mejor". Cuando vi la película con los niños, me pasó toda aquella vida por delante, todo revivido en mi cabeza. Fue muy emocionante, me siento feliz porque refleja maravillosamente aquellos años.

"El día que Brasil perdió la final del Mundial de 1950 vi a mi padre llorar, y yo, con 9 años, le dije que un día ganaría la Copa por él; no gané una, gané tres"

Usted había participado en otras películas, pero muchas veces como actor.

Sí, y he colaborado también en documentales. La gente igual se acuerda de que colaboré con Michael Caine en 'Evasión o victoria', con Sylvester Stallone y varios futbolistas de la época. Cuando se hablaba de esas películas se decía: "Pelé artillero, goleador. Pelé campeón". Pero aquí estamos delante de algo diferente, aquí se ve el inicio de todo, mi vida. Al ver la película me viene un sentimiento€ (silencio prolongado)... me sentí incluso sorprendido con detalles de la historia. Mi padre insistía en que tenía que ser fuerte, estar preparado, y yo veía a los niños que actuaban en la película y también me tocaba a mí aconsejarles, como si yo les hiciera de padre. La experiencia ha sido impresionante.

¿Se acuerda de la canción de Milton Nascimento que decía "me queda mucho por soñar"? ¿Qué sueños le quedan por cumplir a Edson Arantes do Nascimento?

Muchísimas cosas. Antes de responder a esa pregunta€ yo espero que este filme pueda demostrar a las futuras generaciones que una persona tiene que tener base, tiene que tener fondo y el apoyo de una familia, que puede llegar lejos y triunfar incluso siendo humilde. En el filme se ve de dónde salí, se ve que yo limpiaba zapatos en Bauru cuando mi padre (futbolista en categorías inferiores) estaba lesionado€ ese es el mensaje para las futuras generaciones. Es una historia simple, la de un atleta que puede comunicarse con el mundo con un lenguaje universal, que es el fútbol.

En la película también se le ve fregando suelos con su madre.

Siempre tendemos a admirar al grande, al rico, al famoso, al que es importante€ la película, mi historia, demuestra que puedes salir de debajo de todo, de la nada, y llegar arriba, triunfar. Ese es el gran mensaje.

¿...y sus sueños por cumplir?

Sabe, yo fui feliz de niño, mis padres me lo pusieron fácil, me dieron espacio. Hay mucha gente que no tiene ni el espacio ni las oportunidades, y eso es muy importante. Es necesario que los dirigentes del país, los políticos, den la oportunidad de que los ciudadanos tengan buenas escuelas, trabajo y no haya corrupción. El sueño que tengo es que en el futuro mis hijos, que ahora tienen 17 y 18 años, tengan la oportunidad de ver un Brasil sin problemas, un Brasil sin corrupción, un Brasil mejor del que tenemos ahora. Ese es mi sueño.

¿Le preocupa cómo está su país?

Mucho. Me acuerdo de que en el 58, cuando ganamos el Mundial en Suecia, y eso es algo que me enorgullece mucho, nadie conocía Brasil. Cuando llegamos allí, la gente nos preguntaba si Brasil era Argentina, si era Uruguay, no sabía. Mis compañeros y yo, gracias al fútbol, conseguimos que Brasil fuera conocido en el mundo entero y hasta hoy. Recuerdo que yo no tenía entonces mucha experiencia de política. Pero ahora sí la tengo, y una cosa que me preocupa mucho y que me entristece mucho es la enorme confusión política que hay. Lo único que esperamos es que para los Juegos Olímpicos tengamos un gran gobierno€ y ganemos el oro en fútbol.

"El sueño que tengo es que en el futuro la generación de mis hijos, de 17 y 18 años, tenga la oportunidad de ver un Brasil sin problemas ni corrupción"

Aunque sus asesores de prensa avisan a los periodistas de que "quedan estrictamente prohibidas todas las preguntas de índole política", Pelé habla abiertamente de la situación en su país. Normalmente el astro no muestra sus preferencias partidistas, pero como "tesoro nacional" que es, ha arrimado el hombro. Fue ministro extraordinario de Deportes (1995-1998) con Henrique Cardoso, para llevar a cabo una ley que lleva su nombre y que regula el funcionamiento de los clubs, y asistió al expresidente Lula da Silva en la candidatura para los Juegos Olímpicos que recayeron en Río de Janeiro y se celebran este verano.

La película empieza en 1950. Brasil pierde contra todo pronóstico la final en Maracaná. Usted ve a su padre llorar y le promete que algún día ganará una Copa del Mundo para él.

No sé por qué lo dije. En aquella época no teníamos televisión, solamente radio, y entré en la sala con unos amigos míos cuando había acabado la final. Eran los hijos de otros jugadores como mi papá. Vimos a todos los mayores llorando y yo les pregunté: "¿Pero qué pasó?". Y ellos nos dijeron: "Brasil perdió la Copa". Y yo no sabía que decir, se me ocurrió decirle a mi padre: "Papá, no te preocupes, que yo ganaré una copa para ti" y me fui. Los padres se pasaban la vida diciéndonos: "Los hombres no lloran, no lloran", cuando mi hermana y yo nos peleábamos. Pero fuimos nosotros que el día de esa final los vimos llorar a ellos. Por eso le dije que ganaría el Mundial por él.

¿Y él qué le dijo?

Que no hacía falta que ganara ninguna copa, pero afortunadamente no gané una sino hasta tres (risas).

Su padre, que en el mundo del fútbol era conocido como Dondinho, le vio ganar esos tres Mundiales. Su madre aún vive, todavía puede ver sus andanzas por el mundo.

Mi madre acaba de cumplir nada menos que 96 años y felizmente está con salud. Mi padre murió cinco años atrás, cuando tenía 88.

¿Su madre todavía le llama Dico, que era el apodo familiar cuando usted era pequeño?

Sí, me sigue llamando Dico y, cuando hablamos por teléfono, me sigue metiendo broncas de vez en cuando.

¿Broncas? ¿Cómo es eso?

Porque a veces estoy en Santos, que es donde ella vive, pero yo viajo mucho y no siempre me pilla de paso, aunque esté cerca de su casa. En ocasiones estoy en Guarajá, donde vivo yo, que tampoco está lejos de su casa, pero no me va bien pasar porque voy camino de São Paulo o de donde sea. Llamo para decírselo, y entonces me replica: "Dico, ¿pero es que no sabes cuántos años tengo? Voy a vivir ya muy poco, ven a verme a mí en vez de ir a visitar a tus amigos". Así es Dona Celeste, ya se ve que está con buena salud.

"Mi madre tiene 96 años, todavía me llama Dico y me mete broncas: ´¿Pero no sabes la edad que tengo? Voy a vivir ya muy poco, ven a verme en vez de ir a visitar a tus amigos´"

Pelé nació en 1940 en Tres Coraçóes (Minas Gerais), pero su familia se trasladó a Bauru, cerca de São Paulo. En casa todos le llamaban Dico, era el apelativo cariñoso. También sus amigos. Según la película, el mote Pelé, una palabra que no significa nada en portugués, tendría su origen en una mala pronunciación que Edson hizo de Bilé, el nombre de un célebre portero de la época que jugaba en el Vasco da Gama. Poco a poco, y a pesar de que el propio jugador detestaba el apodo, este acabó enraizando.

Durante décadas a usted le han comparado con, por orden de aparición, Di Stéfano, Cruyff, Maradona, ahora con Messi y Cristiano. ¿Si usted es O Rei, quién considera que se merece llevar la corona de príncipe? ¿O no lo hay?

¿En este momento?

No necesariamente, de cualquier época.

En mi época había grandísimos jugadores, Alfredo Di Stéfano, Johan Cruyff, Garrincha, George Best, Franz Beckenbauer, pero de los últimos 15 años, Messi es el príncipe. No digo que es O Rei porque mi papá y mi mamá ya cerraron la fábrica y rompieron el molde. (Risas) O Rei sólo hay uno. Eso sí, creo que, de los argentinos, Di Stéfano era el más completo, más que Maradona y Messi€

¿Y si dejásemos aparte el fútbol, quién sería O Rei del deporte mundial?

Para mí, tal vez Muhammad Ali marcó una época. Tal vez Roger Federer€ es muy difícil. Ali dominó el boxeo; Federer, el tenis; en su época, el jugador de fútbol americano O.J. Simpson hizo cosas increíbles€ Y claro, el velocista, ¿cómo se llama? Sí, el jamaicano, si le conozco personalmente€ eso, ¡Usain Bolt!

¿Es difícil ser humilde en la vida cuando desde los 17 o 18 años a uno le dicen que es el mejor, que es un campeón?

No lo sé, yo no cambié mi vida. Tal vez por haber empezado tan joven no tenía todavía una personalidad formada, por decirlo de algún modo. Dios me dio la felicidad de estar en una buena familia, mis padres y el fútbol, las dos cosas. No ha sido difícil ser humilde, es como si Dios me hubiera concedido eso. Yo siempre fui igual.

¿Le hubiera gustado jugar en esta época? En la suya, los medios de comunicación eran muy escasos, ahora un gran gol se repite una y otra vez...

No, yo estoy contento de haber jugado en mi época, pero sí es verdad que ahora todo sería más fácil. A jugadores como Di Stéfano o como yo se nos conoce menos porque hay muchas menos grabaciones de nuestros partidos. Precisamente la película servirá para que mucha gente se ­familiarice con mi figura y lo que hice entonces.

Y puestos a imaginar, si volviera a vivir otra vez, ¿le gustaría ser futbolista de nuevo o escogería otro oficio?

Me gusta mucho tocar la guitarra y cantar, me encantaría ser músico en otra vida. Sin duda, mi pasatiempo es tocar la guitarra. Como brasileño tendría que ser músico de samba o bossa nova, claro. De hecho en la película sale Seu Jorge, un gran cantante, que hace el papel de Dondinho, mi padre. Yo le decía: "Ya ves cómo es la vida, tú adoras jugar a fútbol y eres cantante, y yo adoraría ser cantante y soy jugador de fútbol".