Cantante y actor. Tras despedir un 2016 brillante, con premio Ondas al mejor artista del año y excelente acogida de su tercer disco en solitario, 'La montaña rusa', el músico madrileño, a punto de cumplir 40 años, ultima los detalles de su gira por el país, que arranca en febrero y va agotando sus entradas en horas.

La ´montaña rusa´... ¿Así se siente?

Me cuesta encontrar el equilibrio emocional. Es difícil lograr la armonía en la vida.

Habla de sí mismo, de sus emociones. ¿No siente pudor?

Me resulta terapéutico. A mí lo que me daría pudor es ir a un reality.

¿Qué le enerva más?

La falta de unidad en el mundo. Y el ver a tanta gente mirándose el ombligo mientras se olvidan de lo importante: el ser humano.

Y la gente no dice: "Basta".

Se ha intentado, pero al final se tiende a lo de siempre. Aquí no dimite nadie. La política de este país tiene exceso de emoción. Parece un Madrid-Barça, cuando lo que necesitamos son buenos gestores.

¿Qué les pedirías?

Transparencia en todo. Y confianza. Necesitamos creer en alguien. Estamos como un niño solo de madrugada en el Bronx.

¿A quién admira?

A mis padres, dos personas con gran sentido común, siempre intentando que tengamos la mejor vida posible.

¿Cómo se define?

Soñador, lleno de ilusión, generoso, impulsivo, cabezota, vulnerable, excesivamente sensible. Eso a veces me hace perder el control de la realidad, con pensamientos irracionales que me hacen sentirme insatisfecho y frustrado. Pero en cuanto me ocurre reacciono. Caigo en la lona pero me levanto.

Con los años, uno se conoce más...

Yo he aprendido a controlar mis impulsos, a no querer gustar a todos. Y a saber que es mejor un concierto bonito que 80 mediocres. Sigo siendo inseguro, pero sé qué quiero hacer con mi vida. Por ejemplo, manejar mi carrera sin mánager, como decidí hace seis años. Me siento más libre.

¿Cómo se ve dentro de 30 años?

Ni idea. Bueno, sí, feliz. Soy positivo.

¿Con hijos, tal vez?

Si estoy con alguien que me quiera de verdad y en un momento bonito, me encantaría. Porque se me va pasando el arroz. Pero es un paso muy heavy. Lo más difícil del mundo.

¿Qué le pide a la vida?

Salud, cariño y comunicación, cada vez falta más, las familias no hablan.

¿A qué teme?

Soy muy miedoso. Y el miedo ha sido un salvavidas para mí. Me frenó en mi adolescencia, por ejemplo. A mí no se me ha ido la cabeza por miedo... a que esto se acabara.

¿Miedo al fracaso?

A todo: la infelicidad, las enfermedades. Yo hago un disco, le dedico tres años y todo mi amor... ¿Por qué cojones va a ir mal? Pues siempre me preparo para lo peor. Vaya, que soy un psiquiátrico con piernas. Es algo que trabajo, con una psicóloga.

¿Qué superpoder le gustaría tener?

Ser inmortal. Me encanta vivir. Arriesgarse, querer y que te quieran. ¡Es tan injusto tener que morir!

Un libro que esté disfrutando.

Cosas que los nietos deberían saber.

Su mejor momento del día.

La mañana. Abrir los ojos y pensar: "Qué maravilla, aquí estamos de nuevo".