Tener un perro obediente y que muestre interés ante las palabras de su dueño, un reto que para muchos suena utópico pero que puede ser más fácil de lo que pensamos.

Un estudio publicado por la Universidad de York (Inglaterra) afirma que hablar a los perros como si fueran un bebé mejora su atención, lo que puede ayudar a los humanos a establecer vínculos con su mascota.

Investigaciones anteriores señalaban los beneficios que podían derivar de dirigirse a los cachorros con un tono agudo y una emoción exagerada. Sin embargo estos estudios no observaban avances al emplear este lenguaje, que los científicos han denominado como “lenguaje canino”, en perros adultos y este ha sido el objetivo de los investigadores de York.

"Se cree que un registro especial de habla ayuda a la adquisición del lenguaje y mejora la forma en que un bebé humano se vincula con un adulto. Esta forma de hablar comparte algunas similitudes con la forma en que los seres humanos hablan con sus perros. Sin embargo no se sabe mucho acerca de si beneficia a un perro de la misma manera que a un bebé”, señala la Doctora Katie Slocombe, del Departamento de Psicología de la Universidad de York.

Fue precisamente esta pregunta la que llevó a la realización del estudio y para ello llevaron a cabo una serie de pruebas para comprobar cómo variaba la atención de los perros en función de las frases y el tono empleados por el humano.

Los resultados evidenciaron que los perros prestaban una mayor atención cuando se les hablaba empleando un tono agudo y exagerado y cuando los mensajes contenían frases específicas para estos animales, como “eres un buen perro” o “vamos de paseo”. Sin embargo su atención decaía cuando se utilizaba un tono neutral o si los mensajes no tenían contenido dirigido a estos.

"Esperamos que esta investigación sea útil para los dueños de mascotas que interactúan con sus perros, y también para los profesionales veterinarios y los trabajadores de rescate”, concluye Alex Benjamin, estudiante de doctorado del Departamento de Psicología de York.