La brisa y la sal del mar, la arena de la playa y las caricias del sol del verano no solo alimentan el espíritu, también dejan su huella en nuestro cuerpo, sobre todo en la piel. Tras la época estival la superficie cutánea se resiente y necesita con urgencia limpieza e hidratación.

Si los placeres del bronceado son para el verano, los del salón de belleza lo son para el regreso a la rutina, a la que cada vez más hombres y mujeres vuelven con el deseo de recuperar la salud del rostro, en casa o en manos de un profesional.

Del posible abanico de tratamientos estéticos y cuidados caseros, los expertos aconsejan por encima de todo "exfoliación e hidratación" como las dos claves para recuperar la elasticidad y luminosidad del cutis, explica a EFEstilo Olga Solana, que regenta junto a Pilar Rojano un famoso salón de belleza en la madrileña calle de Serrano.

"Lo más importante son los 'peeling', una exfoliación que no sea demasiado agresiva, porque la piel está muy sensible", y "nutrirla" bien, porque "ha sufrido mucho" tras los excesos veraniegos, advierte esta profesional.

Para cuidarnos en casa es preciso "ser constantes" y mantener una "buena higiene" mediante el empleo de un limpiador tanto por la mañana como por la tarde, aunque no se utilice maquillaje, ya que los poros no escapan a la contaminación del aire en muchas ciudades.

Pero si además queremos confiarnos a manos expertas se puede recurrir a los tratamientos "iluminantes", con vitamina C, que aunque no quitan las manchas sí blanquean bastante la piel, o los hidratantes, "excelentes para después del sol", aconseja Solana.

Y el que más recomiendan en su salón es el "thalasso", que contiene una mascarilla de alginatos -algas-, "que ayudan a retener el agua que la piel ha perdido", aclara.

En una cabina del salón, la esteticista Natalia Viñuelo utiliza este tratamiento con una clienta, a la que aplica un producto que contiene oxígeno puro y, después, la pasta de algas, compuesta también por oxígeno y agua, lo que "impide que actúen los radicales libres, que es lo que produce las arrugas", advierte.

La mascarilla, que también "aporta vitaminas A y E, ocluye la piel para que todo lo que hemos puesto anteriormente penetre dentro", detalla Viñuelo mientras extiende el producto en el rostro y el cuello con una espátula. "Lo que notas es luminosidad y frescura en la piel", precisa.

Pero el rostro no es el único que padece las inclemencias del sol, el cloro y la sal; el resto del cuerpo, especialmente los talones y el cabello, también precisa otros cuidados.

"Los pies se nos agrietan mucho por la sal y la arena", recuerda Olga Solana, que remite a tratamientos como "los peces garra rufa", que practican un agradable "'peeling' natural", con el que "eliminan las células muertas", algo que favorece que se retrase la aparición de durezas.

"El cabello pierde su queratina natural", sentencia, por eso "recomendamos tratamientos para recuperarla" como uno a base de uva, o un botox capilar, "que es una mezcla entre queratina y ácido hialurónico", apunta.

Volver a casa con un cabello y un cutis perfecto es posible. Las cremas son las grandes aliadas, pero la constancia en el cuidado personal es la clave. Nuestro equilibrio interior se reflejará en la superficie y la piel será protagonista.