Finaliza el verano y los pies están habituados a ir descubiertos, en general con poca sujeción y con esmalte de uñas. Una libertad con doble sentido, ya que la sequedad, dolencias en la planta del pie, presencia de durezas, hongos y rozaduras son las principales consecuencias para tus pies en verano. Más del 80% de las mujeres españolas afirman tener alguna dolencia en sus pies al cambiar al calzado cerrado.

Se acerca el otoño y llegan las nuevas colecciones de calzado para esta temporada: ¿Están preparados tus pies para el cambio de temporada?

Desde CHANCE y con la ayuda de Rockport queremos dar la importancia que tiene al hecho de preparar adecuadamente los pies para el zapato cerrado. Sofía Maeso, representante de Rockport en España indica que: "El pie pasa de estar al descubierto a un calzado cerrado en muy poco tiempo. Por ello, preparar tus pies para el cambio de calzado es esencial".

Puesta a punto de los pies

-Acudir a un podólogo es la mejor opción para el cuidado de tus pies" según Sofía. No obstante estas son algunas recomendaciones que se pueden seguir en casa:

-Elimina el esmalte de tus uñas, hidrátalas para que no se agrieten y revisa que están libres de hongos. Es momento de darle un respiro a tus uñas.

-Si tienes heridas, ampollas o rozaduras es el momento de curarlas, ya que si no las tratas de forma adecuada el uso de calzado cerrado puede complicar su curación.

-Exfolia de forma regular tus pies para eliminar la piel muerta y durezas provocadas este verano.

-Alta hidratación para tus pies. Antes de dormir y después de la ducha hidrata tus pies para evitar las temidas ampollas que puede provocar el zapato cerrado.

'Shopping' de calidad

Asegúrate que el calzado que adquieres además de cumplir con tus gustos de diseño cumple con las características más saludables para tus pies como por ejemplo la transpiración adecuada, materiales moldeables a tus pies, etc.

Adapta tus pies al calzado cubierto

El botín es el modelo estrella de esta temporada y adaptar tus pies a estar cubiertos de nuevo lleva su tiempo. Para agilizar este proceso de adaptación, Sofía Maeso aconseja:

-Elegir un calzado diseñado con materiales de calidad que no presionen el pie

-Utilizar calcetines o medias de fibra natural y de la talla adecuada, para evitar problemas circulatorios, ampollas, rozaduras y sudoración en el pie.

-Los primeros días, al descalzarte, poner los pies en remojo con agua tibia durante 10 minutos y masajearlos con crema hidratante para relajar los músculos y la piel.