La apnea del sueño, que son esos periodos nocturnos en los que una persona sufre múltiples paradas de su respiración durante más de 10 segundos mientras duerme y que afecta sobre todo a personas con ronquido de gran potencia, duplica el riesgo de padecer un cáncer y de morir de metástasis, según recoge un reciente estudio realizado por el Grupo Español del Sueño que han coordinado los doctores Miguel Ángel Martínez García, del servicio de Neumología del hospital La Fe, y Francisco Campos-Rodríguez, del hospital Valme de Sevilla en el que han participado más de 5.000 pacientes de Unidades de Sueño de hospitales españoles a los que se les hizo un seguimiento durante siete años.

"Actualmente sabemos que existe una asociación entre padecer la apnea del sueño y el cáncer, aunque esto no significa que una persona con apnea vaya a padecer un cáncer necesariamente, pero abre una puerta de investigación muy prometedora dado que la apnea del sueño es una enfermedad perfectamente tratable. Necesitamos hacer nuevos estudios para ratificar y conocer mejor esta asociación y, sobre todo, para analizar si el tratamiento de la apnea del sueño hará o no disminuir la probabilidad de padecer un cáncer o de morir por él", matizó el especialista valenciano.

Martínez García explicó a Levante-EMV que el mecanismo que vincula ambas patologías se produce cuando la apnea de sueño grave (cuando hay más de 30 paradas respiratorias por hora de sueño) provoca un descenso intermitente de la saturación de oxígeno en la sangre del paciente, "y con ello, un hipoxia en los tejidos, lo que activa la secreción de una serie de sustancias que pueden provocar la aparición de un cáncer o una mayor vascularización de los tumores -llega mas sangre por la formación de nuevos vasos sanguíneos anómalos- que favorece su propagación y aumenta las probabilidades de morir.

Los más predispuestos

Los pacientes más proclives son los que tienen más caídas de saturación de oxígeno en sangre por la noche. El estudio concluye que pasar más del 14 % del tiempo nocturno con una saturación por debajo del 90 % duplica la probabilidad de desarrollar un tumor o morir por él.

La asociación entre apnea y cáncer es más potente en varones menores de 65 años y en los pacientes que no toleran el tratamiento con CPAP (mascarilla que se conecta a un generador de presión para evitar el colapso de las vías aéreas, el ronquido y la apnea). Los roncadores son candidatos, aunque solo un 10 % tiene apnea grave del sueño y por lo tanto el doble de posibilidades de tener un tumor. En este sentido, el especialista precisó que todas las personas con apnea del sueño son roncadores pero que no todos los roncadores tienen apnea del sueño.

"Cada vez que un paciente tiene una apnea de sueño su cerebro se despierta para volver a activar la respiración, si tiene cientos de apneas en una noche, su cerebro se despierta cientos de veces y es por eso por lo que no descansa, está somnolientos y más deprimido que los que no tienen apnea", explicó especialista de la Unidad de Trastornos Respiratorios del Sueño de La Fe, que recordó que esta patología está asociada a más accidentes de tráfico, más hipertensión y más muertes de origen cardiovascular como infartos, ictus, arritmias...

El 30 % de la población ronca

Aunque tres de cada diez personas ronca, solo un 10 % de los roncadores puede tener apnea del sueño importante.

Tienen más posibilidades los que tienen un ronquido muy potente, un exceso de sueño diurno no explicado por otras causas y aquellos en los que sus paradas respiratorias duran más de diez segundos.

El estudio se dio a conocer en la reunión anual de la Asociación de Neumología Americana y será presentado oficialmente en Viena el próximo septiembre en la Reunión Europea de Neumología.

Estudios de sueño a 500 pacientes con melanoma en 3 años

A partir de enero de 2013, más treinta hospitales de España participarán en un estudio con 500 pacientes con melanoma a los que durante tres años a los que se les hará un estudio de sueño para confirmar si el tumor crece más rápido en aquellos con apneas de sueño y caídas de la saturación de oxígeno en sangre y si hay más metástasis, lo que lo convertiría en más letal.

El estudio será realizado en melanomas dado que es un tumor visible en el que existen procedimientos fiables de medir su crecimiento sin retrasar su tratamiento.

El estudio lo coordinará el doctor Miguel Ángel Martínez García, de La Fe y contará con la participación de de dermatólogos del Instituto Valenciano de Oncología (IVO) que aportarán más de un centenar de pacientes a la investigación.