La Universitat de València aplicará tecnología óptica, utilizada hasta ahora solo en la astronomía para estudiar imágenes del universo, para prevenir el desarrollo de la miopía, la enfermedad ocular más habitual en todo el mundo.

El catedrático de Óptica Robert Montés Micó investigará durante cinco años las señales promotoras de procesos que generan miopía en el proyecto del European Research Council que está dotado con millón y medio de euros.

El objetivo de la investigación es conocer con detalle cuales son los signos que controlan los procesos acomodativos que se producen cuando el ojo humano recibe imágenes en la retina. De esta manera, declaró el investigador, «podremos modificarlos a fin de controlar el crecimiento que sufre el ojo y evitar, por ejemplo, alteraciones de su longitud axial como es el caso de la miopía».

Este proyecto usará la simulación visual utilizando tecnología de óptica adaptativa —empleada habitualmente a la búsqueda astronómica—, para estudiar el ojo humano y para comprobar estas señales.

El investigador espera que, «en una fase posterior tengamos herramientas para modificar las señales que controlan los procesos acomodativos del ojo mediante dispositivos ópticos, a fin de controlar la progresión de la miopía, especialmente en niños»

Esta alteración visual se ha convertido en una afección muy importante de salud pública, además de ser la enfermedad ocular más habitual, ya que representa el 80%.

El incremento de la miopía aumenta el riesgo de otras como por ejemplo la ceguera, el glaucoma, la retinopatía, el desprendimiento de retina o las cataratas. Se ha comprobado un crecimiento de la prevalencia de la enfermedad en los países desarrollados porque, además de factores hereditarios, la miopía se vincula a visiones próximas. De hecho, en Estados Unidos en sólo 30 años, la miopía ha pasado de afectar al 25 % de la población al 42 % y, por lo tanto, a implicar un coste anual de 7,2 billones de dólares, según Robert Montés Micó.

La prevalencia en África o India es del 10 %; del 15 % en América del Sur y del 60 al 8 0% en algunas zonas de Asia (hasta el 90 % en China y Taiwan), pero por motivos genéticos.

Hasta la actualidad no hay terapia efectiva contra la curación ya que las operaciones de miopía evitan la utilización de gafas o lentes de contacto, pero no acaban con la enfermedad. Montés Micó ha señalado que este proyecto «permitirá adelantar en el tratamiento de la miopía y prevenir su evolución con la creación de gafas o lentes que frenan el avance de la enfermedad o acaban con ella». También aportará información sobre la afección en Europa.

Estudiar los cambios del ojo con la edad

Robert Montés Micó es doctor en Optometría y Neurociencias por el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y desarrolla su actividad investigadora en los campos de la acomodación, la presbicia y la miopía. Actualmente, dirige un grupo de veinte investigadores y sus hallazgos han contribuido a conocer los cambios que sufre el ojo humano con la edad, en especial, aquellos relacionados con la acomodación que derivan en la presbicia o vista cansada, como también las mejores soluciones para contrarrestarla con el desarrollo de lentes intraoculares o de contacto.

El proyecto del Consejo de Investigación Europeo es el cuarto de la modalidad IDEAS del VII Programa Marco de la Unión Europa que ha conseguido la Universitat de València en los dos últimos años, tres liderados por Personal Docente e Investigador y uno por un investigador Ramón y Cajal que suman 6 millones de euros y se desarrollarán desde 2010 a 2017. La directora técnica de la Oficina de Proyectos Europeos (OPER) de la Universitat de València, Àngels Sanchis, subraya que hasta 2011, «la Universitat de València había sido la única institución de la Comunitat Valenciana con tres proyectos IDEAS».

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