Tal vez tenga la tensión arterial excesivamente elevada y no lo sepa. Este estado de ignorancia tendría una importancia muy relativa de no ser porque la hipertensión es conocida como ´el asesino silencioso´, denominación que obedece a sus peligrosísimas características: suele cursar sin dar síntomas, afecta a las arterias y está considerada el principal factor de riesgo de enfermedad y de muerte de origen cardiovascular.

Tres nefrólogos que forman parte de la unidad de hipertensión del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) - Francisco Fernández Vega, Rafael Álvarez Navascués y Manuel Gorostidi - explican todas las claves del enemigo más letal de la especie humana en los países desarrollados. Francisco Fernández Vega es presidente de la Sociedad Asturiana de Hipertensión y Riesgo Vascular y vicepresidente de la Sociedad Española de esta disciplina.

-¿Qué es la hipertensión arterial (HTA)?

Un factor de riesgo cardiovascular. Es decir, una característica innata o adquirida que se asocia con una mayor probabilidad de padecer una determinada enfermedad, en este caso una enfermedad cardiovascular. Supone tener una presión arterial igual o superior a 140 mm Hg de sistólica y/o igual o superior a 90 mm Hg de diastólica. Coloquialmente, se habla de una tensión de 14/9. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de enfermedad y de muerte en el mundo. Por esta relación, la hipertensión es el principal factor de riesgo de enfermedad y de muerte.

-Prevalencia de la hipertensión.

El 35 por ciento de la población. En Asturias, con un millón de habitantes, tenemos 350.000 hipertensos. La hipertensión arterial aumenta con la edad. Entre la población con edad superior a los 60 años, la prevalencia asciende al 70 por ciento.

-Causa (o causas).

Múltiples y muchas de ellas no bien explicadas. Las más reconocidas son el condicionante genético y los hábitos de vida (exceso de consumo de sal, obesidad, sedentarismo). El 95 por ciento de los casos de hipertensión son lo que llamamos ´HTA esencial´, debido a que no hay una causa específica y concreta que la produzca y que representan al modelo condicionado por el factor genético y los hábitos de vida inadecuados. El 5 por ciento restante son las secundarias: pueden estar producidas por una enfermedad renal, una alteración hormonal o una alteración vascular.

-Síntomas.

Habitualmente no produce síntomas. Por eso se la llama ´el asesino silencioso´, aunque en determinados casos puede asociarse a cefaleas, mareos, dificultad respiratoria, opresión precordial. En estas situaciones, el daño suele ser ya considerable.

-Repercusiones sobre la salud.

Como ya se ha dicho, la HTA es el principal factor condicionante de discapacidad y de muerte en los países desarrollados. Al afectar a las arterias del organismo, va a producir ictus (infartos cerebrales), infartos de miocardio, insuficiencia renal, problemas de circulación en las piernas?

-Modos de identificarla.

Detectándola, es decir, tomándose la presión arterial. A los niños, en las revisiones anuales en los colegios. A los adultos, en los centros de salud, en centros privados, en los reconocimientos de empresa, en las farmacias, en los domicilios... A partir de los 30 años, una vez al año si las cifras son normales.

-Porcentaje de casos desconocidos.

Los datos de HTA no diagnosticada se aproximan al 40 por ciento.

-Carga asistencial sobre el sistema sanitario.

Enorme. Constituye la primera causa de consulta en la medicina general. Además, el gasto que se deriva de las complicaciones de la HTA al ser atendidas por los especialistas son muy cuantiosas.

-¿Qué hacer ante una sospecha?

Consultar al ´médico de cabecera´.

-Porcentaje de casos que se solucionan en atención primaria.

Según los datos disponibles, los profesionales de los centros de salud controlan la presión arterial en un 50-60 por ciento de los casos, lo cual es superponible a los mejores resultados de otros países. El papel de los médicos generales y de la enfermería es imprescindible, como también lo es la responsabilidad del paciente en ser cumplidor con las indicaciones de los sanitarios y así poder controlar permanentemente un problema crónico como es la HTA.

-Tipos de casos que llegan a los hospitales.

Se deriva a los hospitales la HTA de difícil control o resistente, la HTA con patología asociada severa (ictus, infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal) y la HTA con sospecha de secundaria (estenosis de arteria renal, adenoma suprarrenal, hipertiroidismo...).

-Modos de afrontar los cuadros más resistentes.

Estudiando todas las posibles causas de hipertensión secundaria e ingresando al paciente para ver el comportamiento de su presión arterial. Se define la HTA como resistente cuando el paciente cuida su dieta, hace una vida saludable y, tomando tres medicamentos antihipertensivos, no se controla bien. En estos casos, los médicos realizanuna serie de pruebas para descartar problemas como la denominada HTA ´de bata Blanca´ (el paciente está hipertenso delante de su médico o de su enfermera pero luego, en su vida habitual, está bien controlado) o casos de hipertensión secundaria o casos en los que los pacientes toman fármacos que suben la tensión arterial como los antiinflamatorios. También con frecuencia se detecta la denominada apnea del sueño en estos casos de HTA resistente.

-Terapias más eficaces.

Todas las que bajan la presión arterial, es decir, alimentación equilibrada y sosa, abstención de tabaco, ejercicio físico acorde a la edad y toma de los fármacos antihipertensivos pautados por el médico.

-Hábitos de vida más saludables.

Los basados en el sentido común sin radicalismos que suelen conducir al fracaso. Constancia en los hábitos de vida descritos.

-Modos de medirse la tensión.

Hay tres técnicas básicas para medirse la tensión.

A) La clásica medida de la tensión por el médico o por la enfermera.

B) La denominada automedida de la presión arterial (AMPA), que se hace uno mismo (preferible) o le hace un familiar en casa con un aparato automático.

C) La denominada monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA), el mal llamado ´Holter de tensión´, que consiste en un aparato automático que mide la tensión durante 24 horas.

-Ventajas e inconvenientes de la automedida de la tensión.

Es una técnica fantástica siempre que cumpla un protocolo que deben pautar médicos y enfermeras. El aparato debe ser un monitor validado, con un control de calidad. Es necesario seguir unas normas para tomarse la tensión. Por ejemplo, reposar previamente cinco minutos. Se recomienda que cada medida consista en tomarse tres veces la tensión, esperando uno o dos minutos entre toma y toma, y anotar los resultados exactos para llevárselos al médico y a la enfermera. En edades superiores a 65 años, después de realizar las tres medidas sentado, debe hacerse una medida de pie tras permanecer al menos un minuto de pie y con el brazo del manguito cómodamente apoyado y que éste quede a la altura del corazón. De este modo se averigua si el paciente tiene hipotensión ortostática (bajada de la tensión al ponerse de pie, que suele acompañarse de mareos), lo cual es muy importante para ajustar el tratamiento y evitar accidentes por caídas.

-Cuándo debe tomarse uno la tensión.

En circunstancias normales, es decir, planear el momento, las veces o los días que le hayan indicado el médico o la enfermera, y no tomarse la tensión de forma anárquica. Hay que evitar aquello de ´hoy no me encuentro bien, voy a ver qué tensión tengo´, y aquello de ´hoy me encuentro bien, no me tomo la Tensión´. La tensión que el médico y la enfermera quieren conocer es la que tiene el paciente en circunstancias normales.

-Y para más información...

Las instrucciones para medirse la presión arterial pueden consultarse en el apartado de ´El club del hipertenso´ de las web de la Sociedad Española de HTA(«www.seh-lelha.org») y de la Sociedad Asturiana de HTA y RiesgoVascular («www.sahrva.com»).