El cuerpo humano?ese gran desconocido, especialmente si nos centramos en lo referente al sexo. Sí, gran desconocido porque muchos hombres y mujeres no saben que acariciando ciertas zonas de él podemos llegar a conseguir una gran excitación sexual.

Según un estudio elaborado por Control y en el que participaron jóvenes de entre 18 y 35 años, "el 64% reconoce no tener ni idea o tener mucho camino por descubrir" en lo que a zonas erógenas se refiere.

Es cierto que cada persona es un mundo y a cada uno puede excitarle cosas diferentes. Sin embargo, existen partes de nuestro cuerpo en las que se concentran un mayor número de terminaciones nerviosas y, por tanto, son más propensas a la excitación. ¿Quieres saber cuáles son?

Boca: La sensibilidad de los labios aumenta con la excitación y, además, nos ayuda a estimular otras zonas erógenas.

Pies: están llenos de terminaciones nerviosas, por lo que dar un masaje puede llegar a ser muy placentero. Un consejo: utiliza un aceite y masajea la zona desde los tobillos hasta los dedos. Además, puedes utilizar los labios para conseguir mayor placer.

Espalda: ¿Quién no ha dado o recibido un masaje con el objetivo de provocar a su pareja? Y es que la espalda permite estimular el sistema nervioso central.

Cabello: acariciar el cuero cabelludo puede resultar muy placentero, además de relajante. Por ello, es recomendable tanto al inicio como al final del acto sexual.

Pecho: aunque el de la mujer es mucho más sensible a la estimulación, los hombres también pueden responder sexualmente ante unas buenas caricias.

Orejas: Aunque pocos lo saben, las de los hombres pueden llegar a ser más sensibles a las caricias y besos que las de las mujeres. Las dos partes más erógenas son el lóbulo de la oreja y la parte trasera.

Brazos: Según el estudio de Control, las extremidades superiores son especialmente sensibles en el caso de las mujeres, concretamente la zona que se encuentra en la parte anterior al codo. Un recorrido suave con la yema de los dedos puede ser muy estimulante.

Cuello: Es una de las zonas erógenas por excelencia y pocos (tanto hombres como mujeres) pueden resistirse ante caricias en esta parte del cuerpo.

Abdomen: un lugar perfecto para estimular especialmente para el hombre. El culpable es el flujo sanguíneo que durante los preliminares se desplaza hacia la pelvis.

Piernas: la zona que se encuentra detrás de las rodillas puede ser muy sensible. También, como no, el muslo interno, donde besar suavemente puede provocar una gran excitación sexual.

Glúteos: otra de las zonas erógenas más conocidas. Acariciar y besar la zona puede ayudar a la estimulación.

Clítoris: Control lo define como la única estructura corporal en el mundo pensada para el placer. Eso sí, su estimulación debe ser muy suave ya que es fácilmente irritable. Es una de las vías más sencillas para llegar al orgasmo.

Vagina: Su entrada está llena de terminaciones nerviosas lo que la convierte en la segunda vía para llegar al máximo placer sexual.

Pene: es la zona más sensible del hombre, equiparable al clítoris femenino. Según el estudio de Control, las caricias, la presión, la humedad, y los cambios de temperatura son la clave en la estimulación de esta zona, especialmente si va acompañado con un masaje suave en sus testículos.

Ano: se trata de la zona en la que se encuentra el punto G masculino, pero también es una zona con una gran sensibilidad para la mujer.