Hasta ahora no había mucha información sobre el efecto de la anestesia en niños pequeños, especialmente sobre su efecto en el desarrollo del cerebro. Sin embargo, cada año, millones niños pequeños requieren sedación para intervenciones de cirugía, procedimientos médicos y pruebas.

El efecto de la anestesia sí ha sido estudiado en modelos animales y las conclusiones no han sido satisfactorias ya que, a largo plazo, se han observado lesiones en el cerebro por exposición a éstas medicinas, que en los animales se han materializado en alteraciones en el comportamiento, el aprendizaje y la memoria.

Sin embargo, investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia y el Hospital Presbiteriano de Nueva York/ Hospital Infantil Morgan Stanley, en Estados Unidos, ha demostrado que una sola exposición a la anestesia general no supone ningún riesgo cognitivo para los niños sanos menores de 3 años, un momento crítico en el desarrollo del cerebro.

"Numerosos estudios en animales han sugerido que la exposición a agentes anestésicos de uso común en el desarrollo temprano podría dar lugar a deficiencias en el aprendizaje, la memoria, la atención y otras funciones cognitivas", explica la autora principal, Lena S. Sun, profesora de Anestesiología pediátrica y de Pediatría de la Universidad de Columbia, y jefe de Anestesiología Pediátrica en el Hospital Presbiteriano de Nueva York/Infantil Morgan Stanley.

"Sin embargo, pocos estudios clínicos han abordado adecuadamente si esto también es sucede en los seres humanos. Sobre la base de nuestros resultados, podemos asegurar a los padres que una exposición a la anestesia es segura para los niños y jóvenes sanos", afirma esta investigadora, que ha acaba de publicar el estudio multicéntrico en 'Journal of the American Medical Association'.

Se estima que dos millones de niños en Estados Unidos se someten a anestesia cada año, aproximadamente dos tercios de ellos en procedimientos quirúrgicos como reparación de una hernia, circuncisión y amigdalectomía. La anestesia también se utiliza a menudo en procedimientos de diagnóstico, incluyendo estudios de imagen y endoscopias.

El estudio 'Pediatric Anesthesia Neurodevelopment Assessment' (PANDA) examinó si la exposición a un solo anestésico de corta duración (una media de 80 minutos) en niños menores de tres años tenía un efecto sobre la función cognitiva global (IQ) más tarde en la vida.

"La potencial neurotoxicidad de los agentes anestésicos de uso común en la anestesia general ha sido una de las preocupaciones más urgentes en la cirugía pediátrica en la última década. El proyecto PANDA es uno de los estudios más rigurosamente diseñados destinados a abordar esta preocupación", agrega el coautor Guohua Li, profesor de Epidemiología de la Facultad de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y miembro del Colegio de Médicos y Cirujanos.

Un mensaje tranquilizador para los padres

"Nuestros resultados deberían tranquilizar a millones de padres cuyos niños pequeños necesitan someterse a procedimientos quirúrgicos bajo anestesia general en todo el mundo cada año", resalta este investigador. El estudio incluyó a 105 niños sanos sometidos a una reparación quirúrgica de la hernia inguinal - una de las operaciones más comunes de la primera infancia - en uno de los cuatro sitios.

Se evaluaron las puntuaciones de IQ y los resultados del desarrollo neurológico secundarios, como la memoria, el aprendizaje, la velocidad de procesamiento, la función visuoespacial, la atención, la función ejecutiva, el lenguaje y el comportamiento, cuando los niños tenían edades comprendidas entre 8 y 15 años, lo que es tiempo suficiente tiempo después de la exposición a la anestesia para ver posibles deterioros. Se compararon los resultados de cada niño con los de un hermano sano u biológicamente relacionado de una edad similar que no fue expuesto a la anestesia.

"No hubo una diferencia significativa en las puntuaciones de IQ entre los niños que fueron expuestos a la anestesia y los hermanos que no la recibieron -subaya Sun--. Tampoco vimos ninguna diferencia en la mayoría de los resultados secundarios, aunque más niños en el grupo expuesto a la anestesia exhibieron un comportamiento de interiorización más problemático que requiere mayor evaluación clínica. Ésa es un área que necesita ser más explorada".

Los comportamientos de interiorización negativos o problemáticos incluyen ansiedad, aislamiento social y sensación de soledad y culpa. "En general, es una buena noticia para los padres de niños que necesitan anestesia para cirugía electiva o de un procedimiento de diagnóstico. Pero el estudio PANDA deja algunas preguntas importantes sin respuesta", resume Sun.

"Tenemos que echar un vistazo más de cerca sobre el efecto de la anestesia en la función cognitiva en las niñas, ya que la mayoría de los sujetos en el grupo expuesto a la anestesia fueron niños. Además, tenemos que mirar los efectos de la exposición repetida y prolongada a la anestesia, así como los efectos de la anestesia en los subgrupos más vulnerables, como los niños con enfermedades graves", concluye.