Estamos en septiembre, el mes de la vuelta al trabajo, al colegio y a la rutina, y algunas costumbres poco saludables nos recuerdan que no sabemos cómo sentarnos, ni cuáles son las mejores posturas para estudiar o para realizar nuestra jornada laboral.

Las malas posturas pueden provocar molestias musculares y de espalda que dificulten retomar el ritmo después de las vacaciones y, además, podemos tener problemas como contracturas, mala circulación o tendinitis, entre otros.

La aplicación de unos simples consejos permitirá la prevención de patologías que producen malestar y dolor y se pueden extender en el tiempo, porque "el sistema locomotor se ve perjudicado si no adoptamos las posturas adecuadas a la hora de desempeñar la rutina diaria", ha afirmado el fisioterapeuta Rubén Lago.

Recomendaciones para una buena postura

Para contrarrestar los efectos de pasar ocho horas al día sentados, es necesario cuidar la espalda y la postura y, en el caso de patologías más graves, como las derivadas de la escoliosis u otros problemas posturales, la práctica de ejercicio diario y clases dirigidas donde se potencia le corrección postural y la salud de la espalda supondrán una mejora de la calidad de la vida.

Por esta razón, el fisioterapeuta Rubén Lago nos ha ofrecido una serie de consejos para prevenir estas patologías:

1.- Haz movimientos circulares cuando estés sentado. Cuando estés en la oficina la mitad o más del día sentado es necesario prestar atención a los movimientos. Los giros deben ser realizados con todo el cuerpo, no solo con el cuello o el tren superior. Además, es recomendable levantarse y andar algunos metros cada 45 minuto.

2.- Disposición cómoda. Tanto para estudiar como para trabajar es aconsejable que los objetos que se utilicen estén más cerca. En el caso de estar delante del ordenador, será la pantalla la que deba orientarse e inclinarse, no nuestro cuello.

"La disposición del teclado debe permitir que los hombros estén relajados y las muñecas y antebrazos alineados con el mismo. De esta forma, se evitan molestias y se pospone la fatiga", señalan.

3.- Seguridad al trabajar de pie. Quienes trabajan de pie muchas horas seguidas tienen un mayor riesgo de dañar su espalda. Para evitar la acumulación de contracturas y otras dolencias será necesario elevar un pie a un escalón o similar y cambiar de postura tanto como se pueda.

A la hora de transportar peso u objetos voluminosos será importante llevar la carga lo más cerca del pecho posible y efectuar su carga y descarga flexionando las rodillas.

4.- Peso repartido. Lo ideal es llevar una mochila, colgada de ambos lados y con la bolsa pegada a la espalda. En caso contrario, la bolsa o sustituto se debe ir cambiando de brazo de forma periódica para no forzar la espalda y provocar lesiones.

5.- Fortalecer la musculatura. Existen ejercicios para desarrollar la fuerza y el tono de los músculos, sobre todo los lumbares y abdominales, reducirán los riesgos de padecer patologías derivadas de las malas posturas. Actividades como nadar o el yoga son muy positivas para potenciar una mayor resistencia al dolor y el ajetreo diario.

Además de aplicar todos los consejos anteriores, es recomendable utilizar un calzado adecuado y no descuidar as acciones más cotidianas como conducir, cocinar o incluso dormir, donde también influye la postura que adoptamos.