Pese a su popularidad, el público desconoce la variedad de aplicaciones que tiene el botox o toxina botulínica, tanto en el mundo de los Tratamientos Estéticos como en la medicina en general. Tratamos este tema con la Doctora Cristina Meliá de la clínica médico estética de Valencia Clínica Dual.

La capacidad de la toxina botulínica para interrumpir la comunicación entre el nervio y el músculo tiene obvias aplicaciones en medicina, sobre todo en el tratamiento de las contracciones musculares involuntarias, como los espasmos faciales y en la periferia del ojo, temblores, contracturas cervicales, lumbares, etc.

También permite tratar ciertas incontinencias, problemas de sudor y salivación excesivo. Su primera aplicación como medicina estética ocurrió en 1.987, y pronto demostró ser el mejor tratamiento disponible para las arrugas de expresión.

A continuación conversamos con la Doctora Meliá de la Clínica Dual de Valencia sobre el tratamiento estético con Toxina Botulínica.

¿Qué es el tratamiento con Toxina Botulínica de las arrugas faciales?

El tratamiento con Toxina Botulínica (TB), que el público comúnmente conoce como Botox (uno de sus nombres comerciales), es una forma de eliminar las arrugas de expresión muy popular, segura y prácticamente indolora.

Consiste en infiltrar pequeñas cantidades de TB en la frente, entrecejo y patas de gallo. La TB relaja los músculos responsables de las arrugas de expresión al impedir de forma temporal la conexión con los nervios encargados de contraerlos.

Pese a ser una técnica que ya lleva muchos años de existencia, este tratamiento sigue siendo el rey a la hora de tratar este problema estético, por varias razones: es muy cómodo para el paciente al realizarse en una única sesión de 10 a 15 minutos de duración, sin necesidad de prepararse antes del tratamiento, y sin requerir anestesia o sedación. Los resultados comienzan a observarse a los pocos dias después, suelen ser espectaculares, y se mantienen entre 4 y 6 meses.

He de señalar que, pese a que la Toxina Botulínica se ha convertido en un tratamiento estético relativamente común, éste sólo puede ser aplicado por médicos experimentados en el uso de este producto. Una aplicación incorrecta podría alterar la expresividad del paciente, lo que requiere conocer perfectamente la anatomía humana y el producto para obtener los mejores resultados. Este requisito es, de hecho, una exigencia legal de las Agencias Reguladoras del uso de medicamentos

¿Qué ocurre cuando desaparecen sus efectos?

Cuando los efectos del tratamiento desaparecen pasados los meses, el paciente vuelve a su aspecto anterior a la aplicación de la TB: los músculos recuperan la capacidad de movimiento original, por lo que la piel de la zona tratada muestra de nuevo las mismas arrugas, aunque es posible que estas sean un poquito menos pronunciadas gracias al descanso proporcionado por el periodo de inactividad muscular, que como mínimo habrá impedido que la arruga se haga más profunda.

Háblenos de otras aplicaciones estéticas de la Toxina Botulínica

De acuerdo. Hay que tener en cuenta que el mecanismo de acción de la TB ofrece muchas posibilidades más allá del tratamiento de las arrugas de expresión. Por ejemplo, podemos utilizarla para reducir los efectos de la sudoración excesiva o hiperhidrosis en las palmas de las manos, axilas y plantas de los pies. Aplicando la TB en estas zonas controlamos la acción de las glándulas sudoríparas y así el paciente puede disfrutar de una piel seca y cuidada.

Otra condición tratable con TB es la llamada sonrisa gingival, es decir, esa sonrisa en la que los labios superiores se elevan tanto que al paciente se le ven mucho las encías. Aplicando TB a los músculos elevadores del labio superior conseguimos una sonrisa más baja, que sólo deja ver los dientes y queda más bonita.

Y un ejemplo de aplicación novedosa es el uso de la TB para prevenir la formación de cicatrices. Se han hecho estudios en los que, infiltrando toxina botulínica poco después de sufrir una herida, ésta evoluciona de un modo diferente, ya que deja la zona donde se va a producir la cicatriz como una superficie uniforme, sin que los músculos subyacientes se contraigan y produzcan arrugas. Esto hace que la marca que deja la herida resulte más lisa y fina.

Y por concluir, ¿qué seguridad ofrece la Toxina Botulínica?

Una gran seguridad. Son ya millones los tratamientos con toxina botulínica realizados en el mundo a lo largo de los años. Además, es un tratamiento con muy pocas contraindicaciones. Estas serían la alergia al producto, enfermedades neuromusculares, determinados medicamentos, el embarazo o la lactancia. Estamos hablando, pues, de una de las técnicas más eficaces, seguras, y rápidas de la medicina estética, aconsejadas y aplicadas por miles de médicos y con millones de pacientes satisfechos en todo el mundo.