El 43% de los españoles padecen eyaculación precoz en algún momento de su vida según un Estudio Demográfico Español sobre la Eyaculación Precoz realizado por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva. Es más prevalente que la disfunción eréctil. Resulta significativo el dato de que sólo el 38% pensaban que debería consultarse al médico en estos casos.

Ni se cura ni desaparece con la edad ni con la frecuencia sexual, todo lo contrario. La evitación de la relación sexual o incluso la disfunción eréctil la complican. Desde problemas de autoestima, autoconfianza sexual, insatisfacción sexual general, hasta ansiedad anticipatoria y de desempeño (ansiedad por mantener la erección todo el tiempo que se quiera o el tiempo suficiente para satisfacer a la pareja), pasando por conflictos con la pareja. Son posibles consecuencias de la eyaculación precoz. Todo ello puede repercutir en un estado de malestar mental con consecuencias en el ámbito social. "En algunos casos se asocia la eyaculación precoz a la disfunción eréctil, retroalimentándose y agravándose mutuamente y afectando al mismo tiempo al deseo sexual; hay también casos de prostatitis crónica que mejoran con tratamiento antibiótico y de hipertiroidismo que igualmente mejoran con el tratamiento de la tiroides", explica Aina Miralles, sexóloga del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo.

Tipos de eyaculación precoz

Para entender las causas de la eyaculación precoz, hay que comprender qué tipos de eyaculación precoz se consideran hoy en día. Existen 4 síndromes.

El primero corresponde a aquellos sujetos que la padecen desde el inicio de sus relaciones sexuales e independientemente de quién sea su pareja, siendo la duración de las relaciones coitales inferior al minuto. Se estima que se debe a causas neurobiológicas y los afectados responden bien a tratamientos farmacológicos y terapias mixtas.

El segundo incluye a sujetos que anteriormente tuvieron relaciones sexuales con control eyaculatorio y que repentinamente dejan de tenerlo. Puede deberse a causas bien médicas como la prostatitis, el tiroidismo, o la disfunción eréctil; bien de tipo psicológicas originadas por problemas familiares, nuevas parejas, situaciones vitales múltiples, etc. Este problema puede solventarse fácilmente mediante terapias sexuales y farmacológicas.

En el tercer grupo se encuentran aquellos sujetos que ocasionalmente dejan de tener control de su reflejo eyaculatorio, y suele no ser necesario ningún tipo de ayuda. Y por último, tenemos a los sujetos que a pesar de tener un control eyaculatorio en la media, sienten que podrían tener un desempeño mejor. "Posiblemente, aquí estaríamos ante una falta de educación sexual y unas expectativas magnificadas e irreales de la sexualidad, y sería aconsejable el asesoramiento sexual", aclara Aina Miralles.

Afrontar el problema

"El primer paso para solucionar la eyaculación precoz pasa por la visita al urólogo para descartar cualquier patología orgánica, o, de existir, pautar el tratamiento adecuado. Si se entiende que estamos ante un problema psicológico, se recomienda acudir a un profesional de la sexología formado y capacitado para trabajar sobre la formación y el agravamiento de los síntomas a través de una terapia sexual, y la búsqueda de una solución a estos", explica la sexóloga de Vithas Nisa.

Con frecuencia, cuando un paciente llega a la consulta del sexólogo ya ha intentado varias cosas por su cuenta, generalmente con poco éxito y esto además ha repercutido en la relación de pareja, si existe. Así pues, siempre que sea posible se trabajará en pareja aspectos educativos, informativos y actitudinales, relacionados con su concepción de la sexualidad y con las ideas irracionales que se tengan alrededor de la misma y de la eyaculación precoz en particular. También es importante trabajar aspectos relacionales y de comunicación, y de sensibilización y erotización de la pareja, con el propósito de lograr una recuperación de las habilidades de seducción y sexuales, así como la autoestima y la ansiedad de ejecución.

Tratamiento mixto

El tratamiento más eficaz es aquel que llamaremos mixto, que incluye terapia sexual y tratamiento farmacológico, con el cual se obtienen mejores resultados a largo plazo, y que otorga mayor peso a la terapia sexual en el caso de pacientes jóvenes y con poca experiencia sexual, al contrario de lo que ocurre en el caso de pacientes con eyaculación precoz primaria, en los que habría que dar prioridad al tratamiento farmacológico. En ambos casos, la terapia sexual sirve para aprender a controlar la eyaculación, aumentar la autoconfianza y reducir la ansiedad.