La detección en España de la primera partida de huevos contaminados por el insecticida fipronil ha encendido todas las alarmas. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay motivo de preocupación ya que el riesgo de intoxicación es prácticamente nulo. Respondemos a algunas cuestiones clave sobre esta alerta alimentaria.

¿Qué es el fipronil?

Pertenece a la familia de los fenilpirazoles y su comercialización está autorizada en la Unión Europea (UE) desde 1993, cuando la farmacéutica francesa Rhône-Poulenc la introdujo en el mercado. Desde entonces, se utiliza para el tratamiento del ácaro rojo en semillas o animales domésticos como perros y gatos,así como en ganado, aunque está limitado por su contribución al declive de las abejas. Su uso alimentario está prohibido en la UE.

En 2013, los Veintiocho acordaron restringir el empleo de este neonicotinoide al tratamiento de semillas utilizadas en invernaderos, así como a semillas de puerro, cebollas y chalotas para ser sembradas en campos y cosechadas antes de la floración.

¿Cómo se contaminaron los huevos?

Las investigaciones realizadas revelaron que una granja holandesa -Chick Friends- fue la que empleó fipronil, supuestamente importado de Rumanía a través de una empresa belga. Al parecer fue mezclado con otros antiparasitarios sí permitidos para lograr mayor eficacia.

¿Qué países han confirmado su presencia?

España ha sido el último. Los primeros fueron Bélgica, Holanda y Alemania. También se han registrado casos en Austria, Suiza, Dinamarca, Francia, Reino Unido, Irlanda Italia, Polonia, Rumania, Suecia, Republica Checa, Luxemburgo, Eslovenia y Eslovaquia, y fuera de Europa, en Hong Kong.

¿Qué cantidades se han detectado?

En Holanda y en Bélgica se han detectado trazas de fipronil superiores al umbral de "riesgo" establecido por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), en 0,72 miligramos por kilo de alimento.

¿Hay riesgos para la salud de los consumidores?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica el fipronil como "moderadamente tóxico" para los humanos y estima que sólo en grandes cantidades puede causar daños hepáticos, a nivel del tiroides o riñones. El experto y toxicólogo de la Universidad de Lovaina, Alfred Bernard, insiste en que los consumidores deben estar tranquilos y que las medidas de precaución tomadas hasta el momento responden más a un fraude legal que a un "peligro" real de intoxicación. "El riesgo es casi inexistente porque la duración de la exposición es limitada, hay un margen de seguridad muy alto y la probabilidad de que una persona consuma todos los días huevos contaminados es muy limitada", afirma.

¿Cuántos huevos habría que consumir para poner en riesgo la salud?

Según Bernard, una persona tendría que consumir al menos 10.000 huevos contaminados, durante un corto periodo de tiempo, para poner en riesgo su salud. Este especialista propone a los consumidores "alternar las marcas de huevos" que consumen para minimizar la exposición.

¿Hay productos contaminados?

Las autoridades sanitarias retiraron todos los huevos contaminados, pero puede haber dulces o salsas que podrían tenerlos, por lo que se está elaborando una lista de productos sospechosos.