La obesidad y el sobrepeso son, esencialmente, un problema de salud, y como tal ha de ser abordado por médicos especialistas. Hablamos sobre las dietas de adelgazamiento con Cristina Meliá, doctora de Clínica Dual, Clínica de Cirugía y Tratamientos de Estética de Valencia.

¿Qué es la obesidad?

La obesidad hemos de considerarla no como un problema estético sino de salud. Es una enfermedad, de carácter crónico, cuyo origen y desarrollo puede deberse a diversos factores específicos de cada paciente. Su consecuencia es el aumento del grosor de las células que componen el tejido graso, con el consiguiente aumento del peso corporal.

Como enfermedad, la obesidad implica un riesgo para la salud, que en ocasiones puede llegar a ser muy severo. Sus efectos sobre el sistema respiratorio, cardiovascular, y sobre los huesos y articulaciones limitan la vida diaria del paciente, pudiendo incluso ponerla en peligro.

En consecuencia, como tal problema médico, el proceso de perder peso mediante dietas para adelgazar siempre ha de ser supervisado por médicos especialistas. Son ellos los que han de prescribir la dieta a seguir, controlar las reacciones y el progreso del paciente, y proponer terapias complementarias si lo estimasen conveniente.

¿Cómo ha de ser un plan dietético eficaz?

El principio básico de toda dieta para perder peso es crear un déficit calórico, es decir, consumir una cantidad de calorías inferior a las necesidades diarias del paciente. Esto hará que vaya bajando de peso poco a poco hasta alcanzar el adecuado a nuestra constitución fisica.

Obviamente, la dieta ha de ser saludable: es decir, debe constar de un conjunto de alimentos equilibrado para no incurrir en carencias que perjudiquen la salud del paciente. Este es el problema básico de muchas de las llamadas "dietas milagro".

Pero quizás el detalle más importante es que la dieta ha de ser llevadera, que el paciente se encuentre a gusto con ella. Al fin y al cabo supone un cambio en sus costumbres y ritmo de vida, y es tarea del médico nutricionista analizar las circunstancias del paciente y adecuar la dieta a las mismas. La finalidad de las dietas para bajar de peso no consiste sólo en que el paciente recupere su peso ideal, sino que lo mantenga indefinidamente. Es vital, pues, que los cambios en su alimentación sean cómodos y fáciles de seguir, convirtiéndose en duraderos.

¿En qué fases se divide una dieta?

La primera fase de una dieta de adelgazamiento es la de restricción calórica: aplicamos un plan que permite alcanzar el peso deseado, reduciendo el consumo de calorías de forma que sea inferior a las necesidades diarias del paciente (dieta hipocalórica). Durante la misma tenemos alimentos que están prohibidos, otros con los que ha de ser cuidadoso, y finalmente ciertos alimentos con los que no suele haber limitaciones ya que aportan muy pocas calorías, que además ayudan a proporcionar una sensación de saciedad.

Durante esta fase el contacto entre el paciente y el médico es constante, típicamente de forma semanal. Se comparten las impresiones y se hacen los retoques necesarios para solventar cualquier dificultad, de forma que la experiencia sea lo más cómoda y agradable posible.

Después pasamos a una Fase de Mantenimiento en la que enseñamos al paciente a comer de todo. Vamos reintroduciendo los alimentos prohibidos y restringidos poco a poco para que no se produzca el temido "efecto rebote", y el objetivo es que al final de la dieta el paciente no piense en su alimentación como una dieta sino como su manera normal de comer a diario, su estilo de vida saludable. Al alta, podrá y sabrá comer de todo, sin hacerlo de forma irresponsable, y permitiéndole llevar a cabo un día a día normal sin que haya una recuperación del peso perdido.

¿Qué tipos de dietas existen?

Partiendo de la base de que todas las dietas de adelgazamiento se basan en el mismo principio, la restricción calórica, esta restricción puede ser o bien moderada, que da lugar a una bajada de peso gradual, o bien rápida, que permite una fuerte bajada de peso inicial. Las dietas convencionales serían de tipo moderado.

Cuando las características del paciente lo permiten o incluso lo aconsejan, utilizamos dietas rápidas. Las dietas proteinadas pertenecen a este grupo, siendo las más conocidas Proteifine, Pronokal, Lipo Diet, Línea 15, etc. Estas requieren de mayor disciplina por parte del paciente, tanto en cumplimiento como en ejercicio físico, e implican un coste adicional en alimentos preparados específicos, pero son altamente satisfactorias ya que los resultados se ven en muy pocos días o pocas semanas.

¿Qué es lo que distingue a una dieta proteinada de una convencional?

La diferencia fundamental ocurre durante la primera fase. En lugar de recurrir solamente a alimentos hipocalóricos, lo que hacemos con las dietas proteinadas es combinar los alimentos de bajo contenido calórico (inicialmente sólo verduras) con productos elaborados por un laboratorio (en forma de batidos, barritas, cremas, crepes, tortillas, etcétera?) que contienen la proporción justa de carbohidratos junto a proteínas de alto valor biológico cuya función es ayudar a preservar la masa muscular. A medida que van pasando los dias (o semanas) y se va perdiendo peso, se reintroducen de forma progresiva el resto de grupos de alimentos (proteínas, hidratos de carbono y grasas saludables) y se van eliminando los productos preparados. Una vez alcanzado el peso deseado, se pasa a la Fase de Mantenimiento.

¿Qué es el "efecto rebote"?

El efecto rebote o el efecto yoyó se produce cuando, tras una pérdida de peso relativamente rápida, no hay una etapa de transición que nos permita reponer de forma progresiva los grupos de alimentos que durante la dieta se habían eliminado.

La misión de la Fase de Mantenimiento es, precisamente, reintroducir poco a poco estos alimentos observando las reacciones del paciente, para que este fenómeno no se produzca. De esta forma conseguimos que al alta el paciente pueda comer de todo pero esto no le genere ninguna recuperación del peso perdido.

¿Se prescriben medicamentos con las dietas de adelgazamiento?

Es típico acompañar las dietas de suplementos alimenticios, pues un régimen de adelgazamiento puede suponer un aporte de vitaminas y minerales inferior al necesario. En el caso de las dietas proteinadas suele ser imprescindible.

¿Se acompañan las dietas para perder peso con tratamientos estéticos?

En ocasiones sí, si el paciente así lo solicitase. Las dietas de adelgazamiento producen una bajada de peso y de volumen corporal, pero esta disminución de volumen se produce de forma general en todo el cuerpo. Si el paciente desea una disminución especial en zonas concretas, como el abdomen, flancos, caderas, glúteos, etcétera, hemos de recurrir a tratamientos estéticos complementarios como puedan ser la mesoterapia, los ultrasonidos, la cavitación y la radiofrecuencia.