Hay conductas que, por muy saludables que sean, no tienen el visto bueno de la sociedad: eructar es una de ellas. En la mayoría de ocasiones tendemos a evitar los eructos puesto que son considerados de mala educación, aunque lo cierto es que expulsar los gases que se encuentran en el estómago es beneficioso para nuestro organismo.

Y, aunque en la cultura occidental no están bien vistos, los eructos son un símbolo de saciedad en la cultura árabe mientras para los asiáticos significa una especie de burla hacia los antepasados.

El aire que tragamos viaja por el esófago hasta el estómago. Cuando el estómago comienza a estirarse, el esófago se abre para permitir que pueda escapar el aire.

Queda clara la importancia del eructo cuando a las madres se les aconseja que lo tienen que provocar en sus bebés en las tomas de pecho o biberón. De este modo, consiguen evitar los dolores de barriga en los pequeños.

El hecho de eructar también favorecerá que la digestión sea más rápida y evitar que se acumulen una gran cantidad de gases. Las náuseas o las sensaciones de ardor podrán desaparecer también al realizar este simple gesto.

Como datos significativos podemos tomar los ofrecidos por el Instituto Nacional de Salud Digestiva y Diabetes de Estados Unidos, que señalan que lo habitual es que cada persona genere de 0,5 a 2 litros de gas al día. Ante esto, se recomienda expulsarlo en forma de flatulencias o eructos, una acción que se deberá repetir de 10 a 20 veces diarias.

Así, los eructos ayudarán a expulsar el aire que ingerimos. Comer demasiado rápido, beber con pajita o padecer situaciones de estrés favorece la aparición de eructos, lo que acabará provocando una sensación de incomodidad en el estómago que podremos eliminar mediante el eructo. Masticar chicles o chupar caramelos también generará que aumente el aire que tomamos, así como tomar algunos medicamentos.

En estos cinco países, sí está bien visto eructar. Flow Spain

Consejos para disminuirlos

Aunque los cierto es que también existen ciertos consejos para evitar los eructos. Las infusiones de hierbas como por ejemplo la manzanilla o la hierbabuena permitirán calmar los nervios y favorecer la digestión. También los alimentos fermentados ayudarán a reducir la cantidad de gases en nuestro intestino y esto se debe a que contienen probióticos, que permiten mejorar la flora intestinal.

Otro truco útil será comer relajadamente y sin prisas, masticando bien los alimentos. El alto contenido de grasa en los alimentos también puede generar numerosos gases, por lo que se deberá prestar mucha atención al tipo de alimentos que se consumen. También se deberán evitar bebidas alcohólicas y gaseosas, así como los chicles y caramelos.

Por último, será beneficioso para evitar los gases tener un estilo de vida más relajado y evitar las situaciones que puedan producir ansiedad.