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La disfunción eréctil se asocia a un mayor riesgo de episodios cardiovasculares graves

Un nuevo estudio del Journal of the American Heart Association concluye que la probabilidad de las personas con disfunción eréctil de sufrir un episodio cardiovascular grave se incrementa hasta en 1,6 veces. Por tanto, la disfunción eréctil, que afecta al 20% de la población masculina adulta, es, además de una patología que influye en la calidad de vida, una alerta de que el paciente está enfermo. A partir de los 60 años prácticamente el 50% de los hombres tienen un grado de disfunción eréctil, por lo que deberíamos ver muchos más pacientes de los que vemos. Con el paso de los años muchos hombres, equivocadamente, lo asumen como natural, no lo ven como una enfermedad. Hay que añadir que cualquier grado de disfunción tiene solución, de ahí la importancia de acudir a las consultas, al igual que el importante papel de la pareja en su detección y posterior tratamiento. Tras evaluar los factores de riesgo (colesterol elevado, hipertensión o diabetes), el paciente debe cambiar sus hábitos de vida, mejorar el estado de su corazón y abordar su problema sexual. La disfunción afecta de manera muy importante a la vida en pareja, a su autoestima y a la percepción de la propia imagen. La mayoría de los hombres acuden empujados por sus parejas, aunque casi siempre vienen solos y deberían venir más acompañados.

Investigadores del Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles (Estados Unidos) han constatado un aumento de casos de dolor de cuello y parte superior de la espalda que podría estar relacionado con malas posturas al usar los teléfonos móviles y mirar hacia abajo a los "smartphones" de forma prolongada. En algunos pacientes, especialmente jóvenes que por su edad aún no deberían sufrir problemas de este tipo, se están reportando incluso hernias discales y problemas de alineación de su columna, según los resultados publicados en "The Spine Journal". Los autores del trabajo describen cómo los usuarios de "smartphones" suelen mirar hacia abajo mientras leen los mensajes recibidos, navegan o ven vídeos. De hecho, estiman que la inclinación del cuello es de unos 45 grados pero puede ser incluso más en función de si están sentados o de pie. Para combatir este problema, los expertos sugieren cambios sencillos como subir los teléfonos móviles para no tener que agachar la vista mientras uno lee mensajes, o usar las dos manos y los dos pulgares para escribir y conseguir una postura más simétrica y cómoda para la columna. Y más allá de los móviles, también proponen utilizar soportes a la hora de usar portátiles o tabletas para que quede a la altura de los ojos y conseguir una buena posición ergonómica.

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