La irrupción en el mercado las tabletas electrónicas, el mayor uso de los miniordenadores y la preferencia por el láser como método de depilación han llevado al Instituto Nacional de Estadística (INE) a incluir estos productos en la cesta de la compra con la que se mide la evolución de la inflación.

También se incorporan los servicios de logopedia y los discos duros portátiles, y se excluyen el CD grabable y el alquiler de películas, cuyo consumo ha caído drásticamente.

Cada cinco años el INE revisa en profundidad la cesta de la compra, y la ponderación de los productos que la componen, para adecuarla a los nuevos hábitos y para que el cálculo del Índice de Precios de Consumo (IPC) sea representativo del gasto de los hogares españoles.

El subdirector de Estadísticas Coyunturales y de Precios del INE, Ignacio González Veiga, ha dicho hoy en rueda de prensa que las novedades "no son trascendentales", por lo que no se modificarán las series anteriores del IPC ni tampoco se esperan variaciones en la tendencia de la inflación.

El próximo 15 de febrero, el INE publicará el dato definitivo del IPC de enero, el primero que se calcula con la base 2011 y que incluirá los nuevos cambios, con los que la cesta pasará a tener 489 artículos en lugar de 491.

Si hace cinco años se incluyeron la cirugía estética o los productos dietéticos, la revisión de este año se centra en las nuevas tecnologías y en algunos servicios de estética y paramédicos.

En lo que respecta al peso que cada producto tiene dentro del índice, las mayores variaciones se han producido en el transporte y los servicios para la vivienda, que han aumentado su ponderación no porque se consuman más, sino porque han subido de precio la energía eléctrica, los carburantes y los lubricantes.

También ha aumentado, aunque muy ligeramente, el peso de la enseñanza como consecuencia del alza de precios y del número de alumnos.

Por el contrario, ha disminuido algo la influencia de las comunicaciones, un grupo en el que el consumo está estancado, pero en el que los precios se mueven a la baja desde hace más de un año.

Asimismo pierde algo de peso el vestido y calzado por la caída de precios, si bien se mantiene como el tercer grupo con mayor ponderación dentro de la cesta de la compra, algo que no pasa en ningún otro país de la Unión Europa, salvo Italia.

Los alimentos y bebidas alcohólicas se mantienen como el grupo al que mayor gasto destinan los hogares y su ponderación no varía, aunque el INE ha decidido cambiar la forma de calcular las variaciones de precio de los alimentos estacionales (frutas, legumbres y hortalizas frescas).

Según ha explicado González Veiga, muchos de estos alimentos frescos ya están disponibles todo el año en el mercado, en concreto el 40 % de las frutas y verduras, y el 70 % de las legumbres, por lo que pasarán a recibir el mismo tratamiento que el resto de productos de la cesta de compra.

Para los alimentos que no estén disponibles un mes determinado se hará una estimación de su precio, en lugar de una media móvil de los últimos doce meses como hasta ahora, con el fin de obtener una tasa de variación mensual más precisa.

No ha habido cambios en el tamaño de la muestra, por lo que se seguirán recogiendo precios en 177 municipios (las 52 capitales de provincia y 125 municipios no capitales).

La inflación se calculará con aproximadamente 220.000 precios obtenidos en unos 29.000 establecimientos.

La crisis no influye en los productos que entran o salen de la cesta ni en su peso dentro de ella, pero sí deja huella en la muestra, que se actualiza con más asiduidad, ya que los consumidores han ido buscando establecimientos más baratos y sustituyendo para el mismo producto las marcas más caras por otras mas económicas.