La jueza del Tribunal Superior de Justicia de Nueva Zelanda Elena Winkelmann ha declarado "inválidas" las órdenes de registro utilizadas por la Policía neozelandesa para acceder a la mansión del fundador de la página de descargas Megaupload, Kim 'Dotcom', y copiar y facilitar los datos de los discos duros hallados en el inmueble a la Policía Federal estadounidense (FBI), ha informado la cadena de televisión TVNZ.

Un portavoz del fundador del portal de descargas clausurado ha asegurado, en declaraciones a One News, que se siente "agradecido" por el fallo de la magistrada porque su resolución confirma que el registro de la mansión próxima a Auckland efectuado en enero de 2012 fue ilegal.

Kim Dotcom fue detenido en el marco de esa operación policial bajo la acusación de haber incumplido la legislación de derechos de autor causando pérdidas de más de 500 millones de dólares estadounidenses. Las autoridades estadounidenses han solicitado la extradición de Kim Schmitz para ser procesado en el país norteamericano por los delitos relacionados con descargas ilegales de contenidos.

En su fallo, la jueza Helen Winkelmann ha explicado que las órdenes de registro no describían con exactitud los delitos de los que era sospecho el fundador de Megaupload. "En realidad, (las órdenes) eran insuficientes. Eran órdenes genéricas y, como tales, son inválidas", ha explicado la magistrada.

Winkelmann también ha declarado ilegales las copias de los datos de los ordenadores de Schmitz y su envío a Estados Unidos para ser investigados por el FBI. "La entrega de copias de discos duros al FBI en Estados Unidos ha sido contraria a la directiva aprobada el 16 de febrero en aplicación de la sección número 49 de la Ley de Asistencia Mutua en Cuestiones Criminales, que establece que los bienes incautados tienen que permanecer bajo custodia y control del comisario de la Policía", ha asegurado.

La magistrada ha incidido en que "todos los bienes y copias" incautados en la operación policial en Nueva Zelanda "no pueden salir del país" y ha ordenado a la Fiscalía General neozelandesa que devuelva "todas las copias de los discos duros confiscados por la Policía de Nueva Zelanda".

Los abogados que representan al Gobierno estadounidense han afirmado que la decisión de la juez no supone "una sorpresa" y que están estudiando la posibilidad de presentar un recurso contra el fallo judicial .