El vicepresidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el español Israel Ruiz, aboga por replantear en España el modelo de la innovación y el desarrollo tecnológico porque "la cultura del pelotazo se está trasladando al mundo de las aplicaciones para dispositivos móviles (app)".

En un entrevista concedida en el transcurso de las jornadas EmTech España que el MIT Technology Review organiza hoy y mañana en Valencia, este ingeniero industrial graduado en la Politécnica de Cataluña ha llamado la atención sobre la necesidad de unir desarrollo tecnológico a la creación de empleo.

A modo de ejemplo, el también director financiero del MIT ha explicado que "en España se ha creado una cultura del emprendimiento tecnológico básicamente orientada a la creación de aplicaciones para iPad o este tipo de herramientas, cuando en realidad la innovación es construir el iPad, eso es lo que genera riqueza y empleo para el país, el que lo desarrolla y, en menor medida, el que lo manufactura".

"Lo que va a resolver la crisis en España es la creación de empleo, y eso está ligado a las empresas pequeñas. Crear aplicaciones no crea demasiado trabajo, aunque haya algunas que son realmente útiles y que están cambiando el mundo, por eso hay que educar a la gente. La cultura del pelotazo está trasladándose al mundo de las aplicaciones", ha añadido.

En este sentido, ha puesto como ejemplo una famosa marca de maquinillas de afeitar de cinco cuchillas, cuya sede tecnológica se encuentra en Boston, a pesar de que fabrica en China, y que ha propiciado más de 200 patentes tecnológicas solo en el desarrollo de este producto.

"La innovación y el desarrollo de este proceso ha generado mucho empleo y riqueza. España tenía esto hace muchos años, pero se ha perdido", ha lamentado.

Por otra parte, el vicepresidente del MIT ha augurado una inminente revolución en el sector de la educación gracias al desarrollo de soluciones digitales, tanto en contenidos como en plataformas de estudio.

"Nos interesa mucho la educación a distancia y con la tecnología actual podemos saber cómo aprende la gente, qué materiales consulta más, dónde se estanca. Puede parecer obvio, pero si podemos resolver problemas al instante, mantener contacto constante con el estudiante, el aprendizaje crece exponencialmente. Creemos que viene una revolución que no sabemos dónde va a finalizar", ha añadido.

Entre profesores, investigadores y alumnos, los españoles en el MIT suponen una comunidad de unas 200 personas de un total de más de 16.000.

"No son muchos, pero en el MIT no importa el porcentaje, sino el individuo, esa es nuestra filosofía. Las comunidades, más que por nacionalidades, que las hay, se crean por intereses profesionales, valores como la meritocracia o la disciplina. Te conviertes en un apóstol de esos valores, más allá de tu procedencia, quieres estar con los mejores de tu propio campo, los mejores sean de donde sean".

Sobre la posibilidad de exportar el modelo del MIT, Ruíz es tajante al advertir que "es imposible".

"La concentración en ciencia y tecnología que se da en el MIT no se encuentra en ninguna otra parte del mundo, es la mayor del planeta. Se ha desarrollado durante muchas décadas, desde 1861, pero lo que es actualmente el MIT empezó a fraguarse tras la Segunda Guerra Mundial, gracias a una inversión decidida y constante del Gobierno Federal de los Estados Unidos", ha subrayado.

"La filosofía siempre ha sido la apuesta en el talento de los individuos, no financiamos proyectos sino individuos, hace falta suerte, quizá casualidad, pero también inversión y trabajo. No se puede tener un MIT hoy, no se podría replicar ni en diez años, pero sí se pueden elegir algunas pocas áreas que tengan un factor de arraigo con un determinado país y trabajar en ella", ha agregado.