El ser humano tiene un constante deseo de llegar más allá en todo lo que hace y de dejar su huella no sólo en el presente, sino también en el futuro.

Ya conocemos el disco de oro que se almacenó en una de las sondas que está recorriendo el espacio, pues ahora, un investigador de la Universidad de Twente (Holanda) ha creado un disco resistente capaz de soportar los efectos del paso del tiempo durante un millón de años.

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