El ritual de la confesión se iniciaba con la entrada a un templo y el «ave maría purísima, sin pecado concebida» tras la celosía. Ahora ya puede comenzar sacando el móvil, entrando en la aplicación «Confesor Go», buscando por geolocalizador al cura más cercano que esté disponible para confesar en ese momento (ya sea en el interior de un templo, en una plaza o un parque), y dirigirse hacia allí para obtener la absolución de los pecados y el sosiego espiritual.

La aplicación, de descarga gratuita y desarrollada por el sacerdote español Ricardo Latorre, se estrenó ayer con más de un centenar de curas asociados al proyecto en toda España y con ocho de ellos activos en la diócesis de Valencia. José Manuel Montaner es uno de ellos. Él debutó a las pocas horas del comienzo. Un feligrés, de origen extranjero, se descargó la aplicación y se desplazó ayer al punto de Valencia en el que estaba José Manuel.

El secreto de confesión, más potente que el off the record, le impide detallar cómo fue el encuentro. Pero su satisfacción es grande con este nuevo sistema para facilitar las confesiones. «Permite poner al alcance de cualquier persona un sacerdote disponible en el momento en el que necesita confesarse. Además, no podemos olvidar que estamos en una era digital: con móviles, tabletas, ordenadores, aplicaciones? Y esto es una forma de evangelizar que puede conectar más fácilmente con la gente joven», sostiene.

En la aplicación, el geolocalizador da cuenta de los sacerdotes más cercanos al punto físico en el que se encuentra el usuario. Al pulsar sobre cada ubicación aparecen los datos del confesor: nombre del sacerdote, año de nacimiento, año de ordenación y dirección del lugar en el que está confesando. Si el sacerdote está confesando en un lugar público abierto, también se mostrará una fotografía del cura, con el fin de que el usuario lo reconozca al llegar al sitio.

Además, si se tiene activado el GPS del móvil, con solo tocar sobre el nombre del sacerdote, la dirección o el icono, se puede obtener la distancia que separa al usuario del confesor, así como la ruta más corta para llegar hasta el lugar seleccionado.

En la archidiócesis de Valencia empezaron ayer ocho sacerdotes: cuatro en Valencia, dos en Torrent, uno en Ontinyent y otro en Cocentaina. A media tarde, José Manuel empezó a recibir mensajes de curas amigos que se mostraban interesados en sumarse al proyecto Confesor Go. Según explica José Manuel, cada uno de los sacerdotes puede, a la hora de inscribirse, indicar hasta veintiún lugares donde pueda estar disponible y, en el momento en que lo crea conveniente o pueda, abre la aplicación y en tiempo real la gente sabe que está disponible para confesar.

En el trasfondo del proyecto figura la voluntad de que los sacerdotes salgan más a la calle y estén disponibles a los católicos en la vía pública en tiempos en los que se ha reducido de forma brusca la asistencia a las iglesias. Si Mahoma no va a la montaña, que la montaña se acerque a Mahoma pero en versión católica y 2.0. La finalidad, recalca José Manuel Montaner, es la de siempre: «que una persona que llega sufriendo pueda salir feliz gracias a la confesión».