El CES es la cita tecnológica de consumo por excelencia, aquella en la que no solo se presentan los nuevos y más variopintos dispositivos, sino también aquella en la que se vislumbra la tecnología de los años venideros. Pero si por algo será recordado el CES del cincuentenario, finalizado hace apenas unos días en Las Vegas, será porque ha supuesto el pistoletazo de salida para la interconexión total no solo de las personas, sino también de las cosas.

El «Internet de las cosas» „IoT, acrónimo de Internet of Things„ es ese movimiento tecnológico que conectará todo lo que nos rodea. Y «todo» significa todo. Sin excepciones.

En el CES de este año hemos visto productos reales que bien parecen surgidos de una película futurista pero que son una palpable realidad. Desde coches que se conducen solos y que evitan accidentes, hasta prendas de ropa „jerseys, camisetas, zapatos y chaquetas„ conectadas.

Todo apunta al «todo conectado». Y perdón por el juego de palabras. Fabricantes de automoción como BMW han anunciado que, gracias a la tecnología de empresas punteras como Intel, pondrán en las carreteras de EE UU y Europa hasta 40 vehículos autónomos conectados en condiciones de tráfico real. Y eso será este mismo año.

Los drones de nueva generación pueden ser autónomos y conectarse a las personas y los smartphones, haciendo un seguimiento o inspeccionando una gran obra civil siguiendo las coordenadas GPS que le indican desde una base o servidor. Drones también conectados.

Fue precisamente Intel quien presentó una nueva tecnología de ropa inteligente capaz de mejorar el rendimiento de los deportistas gracias al análisis y la conectividad con un centro de datos en la nube.

Pero donde se han visto más conectividad ha sido en el campo de los hogares inteligentes y conectados. Dispositivos de todo tipo capaces de medir, controlar y predecir nuestras idas y venidas por el hogar convertirán las viviendas en auténticos centros tecnológicos. Hemos visto robots capaces de limpiar cristales, fregonas automatizadas, termostatos inteligentes para los radiadores e incluso dispositivos capaces de controlar de forma remota cualquier aire acondicionado. Este último, por cierto, un invento made in Spain. Ahora nos toca probar toda esa tecnología y contarlo aquí, en estas mismas páginas. Tenemos 365 días por delante.