Móviles que explotan en manos de sus propietarios, teléfonos que se incendian sin motivo aparente... La pesadilla de algunos fabricantes como Samsung que han tenido que retirar del mercado sus teléfonos más potentes, podría llegar a su fin.

Investigadores de la Universidad de Stanford han publicado los resultados de un proyecto que les ha permitido crear la primera batería para móviles con extintor incorporado. Estas baterías añaden un componente llamado fostato de trifenilo a las fibras de plástico que separan los electrodos negativos y positivos, que actúa con efecto retardante de las llamas si se produce un sobrecalentamiento. Cuando se da una temperatura mayor de 160ºC, el plástico se derrite y el fosfato de trifenilo se esparce descendiendo la temperatura en apenas milésimas de segundo.

Según los responsables de este proyecto, a diferencia de otros intentos de crear una batería que pueda extinguir una hipotética llamarada, el empleo de este retardante no supone una merma en el rendimiento de la batería ya que no afecta a la composición química de los materiales que habitualmente se emplean para su fabricación.