La resaca de la última jornada liguera tuvo un inesperado protagonista: la tecnología. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, anunció el lunes que la liga española de fútbol iba a empezar a utilizar -en modo de pruebas- el videoarbitraje. Durante la próxima temporada, y posiblemente en algunas eliminatorias de la Copa del Rey, esta nueva tecnología se empezará a utilizar hasta que la FIFA apruebe definitivamente esta nueva forma de arbitrar.

El sistema «oficial», que ya se utilizó en el último Mundial de Clubes de Japón con nefastas consecuencias „dio más problemas de los que resolvió„, desvirtuó por completo la competición. Pero si uno atiende a las últimas tecnologías de grabación de imagen en estadios deportivos, se da cuenta de que el videoarbitraje no solo podría ser eficaz, sino también espectacular para los espectadores y asistentes al terreno de juego.

El pasado 3 de diciembre, con motivo del «Clásico» entre el FC Barcelona y el Real Madrid, la compañía norteamericana Intel estrenó en Europa su tecnología de repeticiones de 360º. El partido, „que además fue retransmitido en resolución 4K„ fue el primero en televisarse con el sistema 360º en toda Europa, creando un punto de inflexión en lo que a deporte televisado se refiere.

El gigante tecnológico instaló en el Camp Nou 38 cámaras de tecnología 360º con resolución 5K capaces de, por ejemplo, hacer zoom sobre un punto sin perder calidad de imagen. Las repeticiones multiperspectiva que se pudieron ver en aquel encuentro permitían ver una jugada desde diferentes ángulos, lo que sirvió para analizar no solo las jugadas más polémicas, sino también para ver con precisión los detalles técnicos de ambos equipos.

El proceso de creación de las repeticiones con una visión de 360º se realiza gracias a un complejo sistema informático. La señal de las 38 cámaras es grabada en tiempo real por una serie de ordenadores que envían a su vez los vídeos a una granja de servidores de la firma estadounidense. Un complejo algoritmo «cose» todas las tomas de una misma jugada y las une creando un vídeo de 360º que se puede pausar, rebobinar o avanzar como si se tratara de un vídeo normal. Lo más revolucionario de este sistema es que todo el proceso se hace casi al instante, por lo que sería perfecto para analizar un posible penalty, un gol fantasma o cualquier otra jugada polémica. Al no haber tiempo de espera, el juego no se ve perjudicado.

Pese a que oficialmente LaLiga no ha anunciado qué tecnología se utilizará el próximo año para probar el videoarbitraje, el resultado final podría ser muy similar „si no el mismo„ al visto en el partido entre Barça y Madrid del pasado mes de diciembre. Eso si alguna televisión no opta por quedarse con todo el sistema para su retransmisión. ¿Se imaginan ver el partido del siglo con unas gafas de realidad virtual?