El deporte rey -al menos en nuestro país- es el fútbol, y es por ello que los videojuegos deportivos que más éxito tienen están relacionados con el balompédico entretenimiento. Tanto el FIFA como el Pro Evolution Soccer se han convertido en dos de las sagas de videojuegos con mayores ventas y más jugadores. Esta situación ha llevado a la creación de competiciones internacionales en las que, además del honor y el orgullo de ser el mejor, hay en juego jugosos premios en metálico que supondrían para algunos el sueldo de varios años de trabajo.
El pasado fin de semana se disputó en Berlín la final mundial del FIFA 17, una competición en la que los 32 finalistas clasificados tras vencer en las diferentes finales regionales luchaban por un premio nada desdeñable de 160.000 $.
Las finales mundiales, emitidas en directo por Movistar+ a través de su canal de eSports, vieron como el francés Corentin «Vitality Rockyy» Chevrey se coronaba como rey absoluto de una competición digital en la que participaron más de seis millones de jugadores en todo el mundo al vencer al inglés Shaun «Shellzz» Springette. Y lo hizo a lo grande. Como si de un partido de fútbol real se tratara, el francés conseguía el gol de la victoria en el último minuto de un emocionante partido final.
Final de la Champions
El otro gran juego futbolístico por excelencia es el Pro Evolution Soccer -PES-, cuya final mundial tendrá lugar el próximo fin de semana, coincidiendo con la final de la Champions League que disputarán el Real Madrid y la Juventus. La final del PES, dotada con un fabuloso premio de 200.000 $ para el ganador. En esta ocasión España se ha destapado como una potencia mundial, al contar con tres españoles entre los participantes en la gran final de Cardiff. El granadino Alex Alguacil, el alicantino José Carlos Sánchez y el valenciano Rubén Cisneros Bosch serán los representantes españoles en la otra gran competición mundial de los videojuegos deportivos.
La finalísima del PES que coincidirá con la final de la Champions League se retransmitirá en directo a través de la plataforma Twitch, así como a través del resto de redes oficiales. Es hora de calzarse las botas virtuales, o mejor dicho, de coger el mando.
