Durante años, la DOP Utiel-Requena ha contado con un tesoro que, aunque a la vista de todo el mundo, parecía escondido para los consumidores. La uva Bobal „que actualmente representa el 75% de la extensión de viñedo de esta región vitivinícola„ ha sido durante demasiados años un actor secundario, de reparto, entre un elenco de variedades de uva que, apoyadas por buenas elaboraciones y eficaces campañas de marketing, se ganaban añada tras añada el respeto de los aficionados al mundo del vino.

Por fortuna, esa situación ha cambiado, y hoy la Bobal es una uva respetable y respetada tanto por el sector profesional (viticultores y enólogos han sabido adaptar sus métodos a las cualidades de esta uva) como por los consumidores, que comienzan a decantarse de manera cada vez más mayoritaria hacia tintos hechos con esta casta.

Más allá de los tradicionales jóvenes y crianzas elaborados con esta uva (bien sea de manera exclusiva o acompañada de otras castas), algunos enólogos y bodegueros han buscado una mayor diferenciación para sus vinos de Bobal, recurriendo a métodos, sistemas y técnicas en campo y bodega que permiten aportar un valor añadido a sus vinos.

Un buen ejemplo es el tinto Cerrogallina (bodegas CerroGallina), vino elaborado en Campo Arcís bajo el asesoramiento de José Hidalgo que se argumenta en una pequeña parcela de cepas de Bobal casi centenarias sometidas a un alto estrés hídrico para minimizar su producción de uva y obtener racimos de mayor concentración.

Volcado sobre el viñedo también se produce el Finca Terrerazo (bodegas Mustiguillo), un vino de Bobal que nace de la viticultura de precisión que Toni Sarrión aplica a sus cultivos para obtener unos racimos que poco tienen que ver con los que habitualmente produce esta variedad en condiciones normales.

La diferenciación a partir del terruño es notable en el Arte Mayor, un vino elaborado por Dani Expósito en Dominio de la Vega que se produce a partir de tres añadas diferentes „con distinto grado de crianza en roble„ de una misma parcela de viejos viñedos cultivados en secano.

Las nuevas tecnologías al servicio de la enología juegan un papel fundamental en Al Vent (Grupo Coviñas), donde Diego Morcillo recurre a dos técnicas de elaboración basadas en el contraste de temperatura para fijar aromas y sabores.

Por su parte, Bobos (Hispano+Suizas) muestra el lado más «cosmopolita» de la uva con un vino que conjuga la viticultura de Rafa Navarro y la enología de Pablo Ossorio. Uno de los últimos en incorporarse a esta colección de originales Bobales de nuevo cuño ha sido Caprasia (Vegalfaro), un tinto con el que Rodolfo Valiente se adentra en el mundo de la crianza en ánforas de terracota.

Son buenos ejemplos de la nueva realidad de la versátil Bobal, pero no los únicos. Etiquetas como Pelio Bobal, Sentencia, Olivastro, Duque de Arcas (uno de los primeros vinos que la DOP Utiel-Requena ha contraetiquetado con el nuevo sello de calidad «Bobal Alta Expresión») o Exuperio representan una nueva manera de entender la viticultura y la enología en la que lo importante es adaptar los métodos de cultivo y elaboración a las cualidades de la uva.