P- Más allá de una cooperativa de segundo grado formada por seis entidades y con más de un cuarto de siglo de trayectoria, ¿qué es en la actualidad Bocopa?

R- Bocopa es el sueño de cientos de viticultores hecho realidad. Es una empresa agrícola que lucha en los mercados para defender la producción de uva de sus socios y obtener un precio digno para sus cosechas. En su origen, Bocopa nació con el reto de fusionar el cooperativismo y alejarse del mundo del granel para pasar a producir vino embotellado. El camino no fue fácil. Tuvimos que crear un equipo humano que hoy está absolutamente comprometido, dotarnos de instalaciones y redes de comercialización y, por encima de todo, contar con un Consejo Rector que, pese a su exigencia en el día a día, nos dejan trabajar con absoluta libertad.

P- Bocopa modeló inicialmente su formato de negocio en el granel, pero enseguida se dio el salto al embotellado. ¿Qué sería de la entidad de haber seguido basándose en los graneles?

R- Habría sido un proyecto abocado al fracaso porque estaríamos sujetos a las normas de un mercado muy especulativo. Tenemos un clima y unos viñedos únicos sustentados en dos varietales autóctonas: la Moscatel, única en el mundo al estar pegada al mar con viñedos de más de 40 años en secano; y la Monastrell, cultivada en una zona de transición entre la brisa marina y el clima más continental. Lo que está claro es que, teniendo la posibilidad de crear vinos capaces de transmitir emociones, no podíamos estancarnos en el granel. Así, en la actualidad Bocopa es la empresa número 1 en Alicante, con un volumen de comercialización superior a los nueve millones de euros y más de cinco millones de botellas comercializadas.

P- En el port-folio de Bocopa conviven vinos de corte clásico y elaboraciones innovadoras. ¿Sobre qué pautas se guían a la hora de producir sus etiquetas?

R- Nos gusta la creatividad, pensamos que hay que ofrecer cosas diferentes al consumidor. El equipo de enólogos, formado por David Llopis, Juani Madrigal y yo, tenemos como objetivo innovar en materia de vinos basándonos en lo tradicional. Como es lógico, la opinión del consumidor es vital a la hora de diseñar nuestros caldos.

P- ¿Que supone para usted Marina Alta?

R- Marina Alta ha sido como una bendición. Es un vino que creé yo. Hasta 1992 no se había hecho un vino igual en Alicante. Recuerdo que la primera añada no fue muy alentadora, pero a partir de la segunda campaña todo cambió a mejor. Marina Alta es un vino de personalidad propia reconocido en todos los rincones del mundo y galardonado en los principales concursos internacionales. En su día, Peñín dijo que «tal vez es el mejor blanco de Moscatel hecho en España».

P- Apuestan fuerte por los vinos espumosos. ¿Qué porción de su volumen de producción supone este tipo de vinos y qué margen de crecimiento prevé?

R- Al margen de constatar que los espumosos representan hoy el 10% de nuestra producción, quiero insistir en que el objetivo pasaba por ofrecer algo diferente al consumidor y mostrar como de una misma uva se pueden hacer diferentes productos. Cuando decidimos apostar por Marina Espumante queríamos innovar con una línea de productos apoyados en terruño y tecnología.

P- Estos últimos años han apostado por el enoturismo. ¿Qué ofrece Bocopa al visitante?

R- Nuestras instalaciones son como una ciudad temática del vino. Tenemos un viñedo experimental, dos áreas de elaboración, la nave de crianza y un aula de catas. A los visitantes „cada año recibimos más de 10.000 visitas„ les ofrecemos un producto ameno, con muchas sensaciones.

P- ¿Qué peso tiene el mercado interno en el balance de resultados de la entidad?

R- El consumidor nacional es vital para nosotros por las cifras „el 65% de nuestra producción se consume en España„ y porque nos encanta ser profetas en nuestra tierra. La idea siempre ha sido que el consumidor sintiese nuestros vinos como algo suyo, que viese reflejados en ellos la cultura mediterránea. En el ámbito internacional estamos presentes en los cinco continentes.

P- Por último, ¿Sobre que proyectos trabajan en la actualidad?

R- Estamos trabajando sobre una nueva línea de vinos tintos, argumentados en nuestra uva Monastrell con un pequeño porcentaje de Syrah, que en esta zona mediterránea también funciona muy bien. Hemos trabajado criomaceraciones y maceraciones carbónicas y tras la vinificación descansa 4 meses en barricas de roble. Serán unos tintos que condensarán la singularidad alicantina y que estarán disponibles en el mercado a partir del próximo mes de mayo.