Con apenas tres lustros de trayectoria, Dominio de la Vega se ha ganado un lugar destacado entre las bodegas de prestigio a base de calidad e innovación. Sus vinos y cavas han gozado del favor de los consumidores; y la crítica y los profesionales del sector han avalado el esfuerzo de la compañía con innumerables reconocimientos y galardones a lo largo de estos quince años.

Ese espíritu pionero de los responsables de la bodega conlleva que, casi de forma cíclica, el porfolio de productos se reinterprete periódicamente para acercarse más si cabe a los gustos de los consumidores.

Tras crear la gama ArteMayor, rediseñar la imagen externa de sus cavas crianzas y perfilar la colección de vinos Selección, Dominio de la Vega ha elegido 2015 para dar un giro total a su concepto de los vinos tranquilos replanteando sus colecciones (a excepción de los jóvenes „blanco rosado y tinto„, que se siguen comercializando con el sello Añacal) y resumiendo su apuesta en tres etiquetas: el blanco «

'Recuérdame' - un perfumado vino de Sauvignon Blanc, Chardonnay y Macabeo con una crianza de tres meses en barricas de roble - y los tintos 'Bobal en Calma' - monovarietal de la citada casta con una crianza de nueve meses - y 'Paraje Tornel' - también elaborado con uvas de Bobal pero en este caso con una crianza de doce meses en barrica de roble -. Las tres referencias, ya disponibles en el mercado, tienen un precio de venta al público medio de 7,50, 8,50 y 10 euros respectivamente.

Para presentar sus nuevos vinos, Dominio de la Vega organizó el pasado lunes en sus instalaciones de la pedanía requenense de San Antonio un maridaje junto a tres platos elaborados por el cocinero Carlos Cervera, responsable del restaurante El Yantar de Venta del Moro.

La cocina del chef venturreño ligó a la perfección con unos vinos que dan la talla y confirman la apuesta de la bodega por unos productos que, pese a su imagen moderna y desenfadada, trasladan a la copa la esencia de los viñedos y el terruño y el buen hacer de un equipo de técnicos liderados por el enólogo Daniel Expósito.