Mar Barba Carnero (Zamora, 1960), presentó su autobiografía novelada „«En tránsito»„, en el restaurante Riff de Valencia. Pero, ¿quién es Mar Barba Carnero? Una hostelera trotamundos que abrió (un mes de abril de 1993) el restaurante Alghero de Valencia (ubicado en la c/ Burriana, 52). Su marido, «el Italiano» „así lo llama en su libro», era el cocinero Valter di Tomasso.

Antes, ambos regentaron la Pizzería Margutta (1991). Era más que una pizzería porque el «Italiano», excelente cocinero, no quería limitarse a las pizzas. Informado de la existencia de esta falsa pizzería, fui, de incógnito, al Puerto de Sagunto. Me gustó. Y publiqué (1991) un texto en la sección gastronómica de la cartelera Turia, (independiente aquellos años e institucional hoy), firmado por Ibn Razin.

En julio de 1994, número 1588, redacté un largo texto, en la misma publicación, sobre Valter di Tomasso, Tito Albacar y Bernd Knöller. Título: «Renovación culinaria en Valencia». En la portada, la foto de los tres jóvenes cocineros, rodeados de berenjenas, pimientos, tomates, alcachofas€ Memoria Histórica.

El «Italiano» no renegaba de la pasta (salteado de pasta con almejas o lasaña de setas), pero igualmente cocinaba «ossobuco» de rape con «fonduta», verbigracia. El «Italiano» era un maestro en el tratamiento de los pescados. Es una lástima que se extraviara en el proceloso devenir de su biografía. Se salvó la abnegada Mar.

Cuando el «Italiano» imitó la «espantá» del torero Rafael «El Gallo», Mar, mujer fuerte y luchadora, mantuvo abiertas las puertas de Alghero. Contrató un chef, Óscar Miguel Verdú, en 1997. Verdú ya trabajaba en Alghero desde hacía tres años como ayudante del «Italiano». Escribí en «Protagonistas de Nuestra Gastronomía», obra editada en 2001 por Editorial Prensa Valenciana S.A., que «sin ánimo de comparar „pero es inevitable„ uno, que lo conoció y lo comió muy a menudo desde su apertura 1993 (€) «echa de menos la chispa y la creatividad del chef di Tomasso (altibajos emocionales incluidos)».

En el «Anuario de la Cocina de la Comunitat Valenciana 2006» publiqué que «tuvo tiempos mejores. Cuando abrió en 1993, con Valter di Tomasso de cocinero y su mujer». Mar se enfadó conmigo, telefónicamente, por mentar al «Italiano» en la citada publicación. Y eso que mi comentario terminaba así: «El coraje de Mar Barba es admirable». Pensé que no era para tanto; después comprendí que su herida interior era considerable y que no recordaba mi reiterada defensa de la magnífica culinaria de Alghero.

Narra en la página 17 de su recién presentada obra el grave accidente de automóvil que padecieron durante las navidades de 1993, yendo de camino al Puerto de Sagunto. Mi mujer y yo fuimos a visitarlos al hospital Clínico. El «Italiano» estuvo unos días bastante grave, en la UCI; ella, menos, pero con el cuero cabelludo arrancado. No me resulta nada agradable recordar aquellos momentos. Pero son hechos que sucedieron y que ella cuenta en su libro.

Su padre, Juan Barba, comercial en varias empresas (Iberduero, Galerías Preciados), salió al quite cuando el «Italiano» se volatilizó. Taponó los agujeros, económicos, se sobreentiende. Me relataba sus gestiones bancarias para reflotar el restaurante de su hija, en presencia de Vicen, su encantadora mujer, enfermera (1961 - 1966) en el hospital Neuily-sur-Seine de París. Don Juan trabajó también en las Bodegas Yllera. Un día de 1999 me comentó: «El enfermo ya ha salido de la UVI». Y el restaurante Alghero continuó, «contra viento y marea» («Anuario de la Cocina de la Comunitat Valenciana 2006»), hasta el día de su cierre.

Desde hace años, Mar Barba es feliz. Su pareja es Kristian Lutaud, gran cocinero, ex jefe de cocina de El Bulli pre Adrià. Dos buenas personas. Y muy profesionales. Me alegro.