Bodegas Murviedro iniciará en breve los trabajos de adecuación de una pequeña bodega enclavada en el casco antiguo de Requena. La compañía vinícola, filial del grupo suizo Schenk en España, ha alcanzado un acuerdo con el ayuntamiento requenense para rehabilitar una construcción ubicada en la plaza de Albornoz, en el barrio de La Villa, que incluye un pequeño entramado de cuevas en las que se atestigua la elaboración de vino en la antigüedad.

El proyecto incluye la construcción de una zona para visitas y catas y la recuperación de las viejas tinajas de barro instaladas en el subsuelo. Víctor Marqués, enólogo principal de Murviedro, no descarta además la opción de elaborar vino de manera integral, destinando para este fin la cosecha de los viejos viñedos de Bobal en secano „con cerca de setenta años de antigüedad„ recientemente adquiridos por la compañía en el término municipal de Requena.

Pero mientras se pone en marcha este ambicioso proyecto vinculado al enoturismo, los técnicos de la bodega siguen trabajando en la idea de extraer de la uva Bobal todo su potencial. Tras consolidar en el mercado el tinto «Cepas Viejas», Murviedro proyecta ahora el lanzamiento de un nuevo vino „para finales del próximo año„ que se elaborará con la cosecha de las 10 hectáreas de Bobal recientemente adquiridas. «La calidad de la uva este año es extraordinaria „asegura Marqués„y las primeras catas en depósito nos hacen pensar que estamos ante un vino fuera de serie».

El trabajo del también enólogo Juanjo Muñoz en lo referente al viñedo ha sido fundamental para poder disponer de una materia prima de primer nivel con la que se producirá un vino que marcará un punto de inflexión para una bodega que, tras años creciendo en volumen, busca ahora una vuelta a sus raíces.