Dominio de la Vega sigue empeñada en hacerse un sitio entre las bodegas más valoradas de España. Apoyada en una colección de vinos altas prestaciones y con una decidida apuesta hacia los cavas reservas, la compañía ha diseñado un programa de eventos con los que reivindicar el papel de sus caldos en la alta restauración.

Así, el pasado lunes el restaurante Sucede acogió el evento «Lujo silencioso», una velada basada en la transmisión de sensaciones inherentes al mundo de la enología y en el respeto a las materias primas y sus procesos que contó con un protagonista especial, el silencio, convertido en el último de los lujos y valor intangible en la elaboración, maduración y crianza de los cavas de Dominio de la Vega.

El acto contó con Juanjo de la Iglesia como maestro de ceremonia, y con la reconocida artista Raquel Rodrigo, un referente en street-art, que asumió el reto de representar el silencio a través de diferentes manifestaciones sensoriales, asociando los valores de Dominio de la Vega a una instalación efímera que simboliza la permanencia, consistencia y elegancia en una obra realizada con seda dorada sobre latón, representativa del lujo silencioso.

La propuesta gastronómica del chef Miguel Ángel Mayor estuvo armonizada por los cavas de Dominio de la Vega Cuveé Prestige, Brut Reserva Especial y Brut Reserva Especial Rosé, todos ellos con una crianza sobre lías superior a 22 meses y agrupados en la línea premium de la bodega. Entre sus propuestas, la esencia de la vid „representada en una uva osmotizada„, el aire de las viñas o un cóctel elaborado con madera de barrica acercaron al comensal a la esencia de la bodega.

Con esta actividad, la compañía con sede en Requena se consolida como sólida alternativa para afianzarse en las cartas de los mejores restaurantes al tiempo que posiciona sus cavas como aliado perfecto para degustar a lo largo de toda una comida y no solo en el postre o en celebraciones.