El sevillano Palacio de las Dueñas, propiedad de la Casa de Alba ha sido este año el escenario elegido para la presentación de la colección «Finos Palmas», gama que representa la cúspide de la pirámide para bodegas González Byass y que refleja las edades de Tío Pepe, el icónico vino de la compañía jerezana.

El enólogo de la bodega, Antonio Flores, condujo con maestría una cata en la que recordó el arduo trabajo que supone seleccionar las mejores botas de la solera de amontillado fino, para el que este año ha contado con la participación del Master of Wine y Master Sommelier Gerard Basset. Juntos han catado y seleccionado aquellas botas que mejor definiesen la evolución de estos vinos, en los que la levadura de velo transita por el esplendor y la decadencia en función de su edad.

La colección se compone de cuatro referencias. «Una Palma» supone la primera evolución de Tío Pepe, que con 6 años ya muestra notas de madurez. «Dos Palmas» procede de la selección de dos botas cuyo contenido ha estado 8 años en contacto con la flor que cubre la superficie del vino. Con «Tres Palmas» se lleva al límite la crianza biológica tras 10 años de envejecimiento, seleccionando una única bota de las 150 que componen la solera. Por último, «Cuatro Palmas» refleja la capacidad de evolución de Tío Pepe, condensando en cada botella los matices únicos de estos vinos. Se trata de un amontillado que procede de sólo una de las seis botas que envejecen en González Byass desde hace más de medio siglo.

Las Palmas son denominaciones que, como define Manuel María González-Gordon en el libro «Jerez-Xerez-Sherry», se aplican a aquellos vinos finos de Jerez que se distinguen por su limpieza, finura y delicadeza en el aroma, y el número de palmas es proporcional a su grado de vejez. Estos vinos son el resultado de la labor de selección y clasificación por tiempo de vejez y finura de los mejores finos que se viene llevando a cabo desde el año 1880. La colección, de producción limitada, está ya disponible en tiendas gourmet y alta restauración.