El equipo de cata de la Guía Peñín ha visitado durante estos últimos días las sedes de las tres denominaciones de origen protegidas de la Comunitat Valenciana (Alicante, Utiel-Requena y Valencia) donde ha tenido la oportunidad de catar más de quinientas referencias, en su mayoría de la última añada, pero también de anteriores cosechas, con el objetivo de comenzar a trabajar sobre la próxima edición de la guía y obtener unas primeras conclusiones acerca de la calidad conjunta de la última añada en cada una de las zonas de producción.

La primera de las sesiones tuvo lugar en Alicante, donde los catadores se «enfrentaron» a cerca de ciento cincuenta referencias, destacando los vinos tintos jóvenes, que tienden a una mayor frescura, con más acidez y notas frutales pero menos cargados y concentrados que en años anteriores. La Monastrell continúa siendo la reina de la DOP también en rosados, con toques balsámicos y herbáceos.

Posteriormente los catadores se desplazaron a la sede de la DOP Utiel-Requena, donde pudieron comprobar el protagonismo que los productores de la zona le atribuyen a la Bobal, algo que, en opinión del panel «les hará tener un mayor potencial comercial en un mercado tan globalizado». A nivel de cosecha, la añada 2016 ha aparecido muy bien en tintos, debido a una mayor carga frutal y redondez en boca que en la cosecha precedente. Los tintos de 2015 se encuentran en un nivel medio, con casos donde impera la confitura y algo de licorosidad. Por su parte, los vinos de la cosecha 2014 han brillado durante la sesión de cata por su equilibrio y expresividad. Por último, el equipo de la Guía Peñín concluye que «los rosados del último año se mantienen fieles a su estilo» y advierte sobre los blancos que carecen de un estilo definido: «Algunos son frescos y otros más maduros, aunque falta un estilo común que aclare al consumidor cómo son los vinos blancos de la denominación de origen».

La última de las visitas tuvo lugar en la sede de la DOP Valencia. A nivel de cosecha, los catadores de la guía destacan una añada 2016 expresiva, con presencia de fruta y equilibrio, pero con una boca menos contundente que en añadas anteriores. Aunque minoritarios en la zona, destacan algunas elaboraciones con variedades como la Mandó, Forcalla, Bonicarie y Arco, en tintas, y Verdil y Merseguera en blancas, que tratan de mostrar unos vinos singulares, expresivos y diferentes. Se aprecia la fuerte capacidad y experiencia comercializadora de los vinos de Valencia gracias a la amplia diversidad de elaboraciones y variedades con las que trabajan.