¿Han dado ya por finalizada la campaña de vendimia en bodega?

En bodega todavía tenemos algunos depósitos de mosto en fermentación y estamos ahora realizando los primeros trasiegos de vino, pero en lo que se refiere a la vendimia como tal el pasado 20 de octubre dejamos de recepcionar uva en bodega.

¿Cuál es el balance de la campaña de este año y las previsiones en cuanto a la calidad de la añada?

En líneas generales hemos tenido una buena cosecha de uva. Ha sido un año sin mermas en la producción, en torno a los dieciséis o diecisiete millones de kilos, por encima del año pasado, que fue una campaña más corta de lo normal. En cuanto al estado sanitario y la calidad del fruto también ha sido un año normal, con una buena materia prima que quizá, respecto a anteriores campañas, ha llegado con algo más de maduración.

El próximo año la entidad celebra su centenario, un hito al alcance de muy pocos, ¿trabajan en nuevas propuestas para conmemorar la efeméride?

Es cierto que en la cooperativa estamos ya muy centrados en esta efeméride que se escenificará en el ámbito social a mediados de año. Si te refieres a el lanzamiento de algún nuevo producto coincidiendo con el centenario sí es cierto que estamos trabajando sobre un nuevo vino, un blanco de Moscatel más maduro, personal y profundo que se saldrá de la línea habitual de trabajo en la que nos hemos centrado en los últimos años.

De entre todos sus vinos, ¿con cuál se siente más identificado?

Teniendo en cuenta que más del noventa por cien de la uva que procesamos es de la variedad Moscatel, quizá el vino con el que más me siento identificado es con Sol de Reymos, una mistela poco convencional que tiene una riqueza de matices que la hacen diferente al resto, aunque quizá no tenga el reconocimiento público que yo creo que merece.