La bodega requenense Pago de Tharsys acaba de presentar la nueva imagen externa de su gama de cavas Carlota Suria, el sello con el que arrancó la aventura empresarial de Vicente García y Ana Suria.

Carlota Suria fue el resultado del trabajo, hace 25 años, de dos enamorados del mundo del vino empeñados en hacer un cava íntimo y personal que definiese su filosofía. Comenzaron elaborando en el garaje de casa a principios de la década de los noventa, de manera artesanal, produciendo a mano, una a una, cada botella y con el nacimiento de Pago de Tharsys diez años después se convirtió en el primer gran éxito de ventas de la compañía.

Ahora la bodega ha querido darle un nuevo giro a esta gama, optando por una imagen en consonancia a su filosofía ecológica. Carlota Suria adopta ahora el apellido «Organic» tanto en su versión Brut como en el Brut Nature, en ambos casos elaborados con uvas de macabeo ecológico seleccionado de sus mejores viñedos y con una crianza en rima de, al menos, 18 meses.