Desde que Bruno Murciano adquirió un viñedo en el término de su población natal, Caudete de las Fuentes, es cada vez más bodeguero que sumiller. Y eso que fue proclamado Mejor Sumiller de España y ganó la Medalla de Plata en el Mundial de Sumillería en 2008. En la actualidad continúa desempeñando su profesión en Londres, como importador, distribuidor y asesor de vinos españoles, actividad que no puede dejar para poder atender la inversión realizada. En su momento tuvo que decidir entre la hipoteca que ya tenía aceptada para comprar una vivienda en la capital británica o por las viñas, por lo que sigue de alquiler en la ribera del Támesis. Ha hecho sociedad con su hermano José Luis, que ahora se encarga de la viticultura y la enología y juntos acaban de elaborar la octava cosecha en la finca que ellos llaman con el sobrenombre familiar de Las Brunas. Se trata de 6 hectáreas de un viñedo de Bobal cultivado bajo pautas ecológicas y biodinámicas, en ladera, con mayoría de cepas octogenarias y un buen número de ejemplares centenarios, rodeado de bosque mediterráneo. Desde el principio percibieron diferencias cuando cataban las uvas en tres zonas de la finca y el análisis del terreno les confirmó los motivos por los que obtenían tres vinos diferentes. Por ello decidieron elaborarlos de manera individualizada y embotellarlos con su propia marca. Uno de ellos es L´Alegria 2011, que procede de suelo de naturaleza arcillosa. El vino es amplio, tiene textura, se puede mascar la fruta roja, es fresco, de cuerpo ligero, mineral, con la cremosidad que aportan los 9 meses en barricas de roble francés de 500 litros. Otro es El Sueño 2013, de la parte más alta, a 900 metros, lindando con el bosque, en un suelo calizo que hace un vino más vertical, con evocación borgoñona. Ha tenido una permanencia de 18 meses en barrica de 500 litros, es de color granate de capa media, con tonalidades amoratadas. Aroma a frutos rojos y negros, especiados, balsámico (eucalipto). De cuerpo medio y buena estructura, amables taninos, tiene una excelente frescura, es sabroso, profundo y largo. Y por último, en una pequeña cuña de terreno de fondo arenoso cosechan sus uvas más particulares, con las que elaboran de manera artesanal La Bruna 2011, dedicado a una de sus abuelas. Se vendimia cuando las bayas están «crujientes», muy atentos a que no llegue el momento de sobremaduración. Llevan una barrica de 500 litros a la misma viña y en ella depositan los racimos enteros, con su raspón. Tiene moderado extracto, crianza de 36 meses en una única barrica de 500 litros y sale con otros 3 años de afinamiento en botella. Es de color granate de capa media, ya aparecen tonalidades teja en el ribete pero conserva algún matiz violeta. Aroma intenso a frutos negros maduros, concentrado, plantas aromáticas (lavanda, romero), cacao, sensación mineral, complejo. Boca amable, con gran estructura, taninos pulidos, buena acidez, intenso y elegante. Con potencial de guarda. Una tríada de vinos que, buscando la excelencia de la Bobal, consiguen tener estilo propio.