Que la sabiduría popular recurre a las plantas silvestres por su capacidad curativa no es ninguna novedad. No es de extrañar, por tanto, que este conocimiento etnobotánico, que forma parte de nuestra historia cultural, atesore también auténticas joyas para la cocina del día a día sí. Ahora, gracias a la publicación de «Herbari Mengívol. Guia per a l’ús gastronòmic de la flora silvestre» de Antoni Orengo, más de 47 verduras, 18 frutas y 13 condimentos y flores comestibles o aromáticas que se pueden contrar en los montes de la Comunitat Valenciana se convierten en los protagonistas de recetas y bebidas tradicionales.

El recetario que acompaña a cada una de estas espécies vegetales junto a fotografías y descripciones detalladas de cada especímen permite no sólo mostrar sus usos tradicionales, sino también darles otros nuevos y menos esperados. Para ello, el autor ha incluido recetas atractivas, gastronómicamente interesantes y con todos los detalles sobre su aporte dietético y nutricional.

El riesgo de lo natural

Sin embargo, uno de los apartados más interesantes de la publicación es el que detalla los riesgos que entraña el uso de estas plantas en cantidades superiores a las recomendadas o sin las medidas preventivas oportunas. Algunas de las espécies a las que hace referencia el autor acumulan oxalatos o nitratos, que incluyen sustancias potencialmente tóxicas para la salud o que pueden impedir la absorción de nutrientes esenciales. Otras pueden llevan parásitos o larvas.