Desde que en 1987 Bocopa se transformara en cooperativa de segundo grado no ha dejado de dar pasos adelante junto con las bodegas elaboradoras de La Cañada, Castalla, Sax, Petrer y La Romana. Cuentan con la mejor tecnología, pero lo que hace que sus vinos sean excelentes es el factor humano, el saber combinar la investigación y la creatividad con la viticultura y una ancestral tradición vinícola. La gama de marcas que elabora Bocopa con la gerencia y dirección técnica de Gaspar P. Tomás es muy amplia, dado el importante volumen de uva del que dispone, con más de 250 socios y un millar largo de hectáreas de viñedo.

En 2013 iniciaron el proyecto Hispanicus de I+D+i que engloba las etiquetas de gama Premium, como los vinos de licor de Monastrell Dulce Negra y Moscatel Laudum, los nuevos Fondillones que aparecerán en el mercado a partir del 2024 y el tinto tope de gama: Fuego Lento. Este último vino, del que acaban de sacar su segunda añada «contiene la experiencia acumulada, generación tras generación, fruto de la viticultura que se practicaba antaño en Alicante», nos comentan, y está destinado a la alta hostelería, enotecas y tiendas especializadas de Alicante y Valencia, por cupo, donde está teniendo buena aceptación, hay más demanda que producción, ya que esta añada han salido solo 1.450 botellas borgoñonas y 180 mágnum.

Está hecho con un 70% de Monastrell de cepas viejas, la varietal que más les representa. Estos racimos proceden de parcelas de las comarcas del Alto y Medio Vinalopó, a 600 metros de altitud sobre un suelo franco calcáreo, repleto de cantos rodados que facilitan el drenaje de una escasa pluviometría de menos de 300 mm al año. Lleva un 15% de Alicante Bouschet (Garnacha Tintorera), una de las raras uvas con pulpa intensamente coloreada que pertenecen a la especie de Vitis vinifera. Se trata de una casta obtenida por Louis y Henri Bouschet en 1866 mediante el cruce de dos variedades: la Garnacha Tinta, conocida también como Alicante, y la Petit Bouschet. Algunos todavía afirman que la Alicante Bouschet y la Garnacha Tintorera son castas diferentes pero la identificación genética no deja lugar a dudas. El vino está completado con otro 15% de Syrah, que da un toque fresco y fragante con sus aromas a violetas.

Primero se vendimió la Syrah a finales de septiembre, seguida de la Alicante Bouschet y la Monastrell a principios de Noviembre, como se hace allí de manera tradicional, buscando la completa maduración fenólica de esta varietal de ciclo largo. Cada una de ellas fermenta en barrica, posteriormente se ensamblan los vinos y permanecen 18 meses en barricas de roble francés. El Fuego Lento de 2014 hace honor a su nombre, tiene concentración, aromas a frutas rojas y negras maduras, a especias, con matices florales, a guindas en licor, tostados y evocación mineral. Tiene cuerpo, amables taninos, llena el paladar, es muy sabroso, con un magnífico recuerdo. Para acompañar una comida memorable.