La Mostra de Vins, Cerveses, Caves, Licors i Aliments Tradicionals de Proava clausuró el pasado lunes su trigésima edición con un notable éxito de público, que desde el jueves 5 de abril colmó con su presencia el recinto del certamen, ubicado en el tramo lúdico del antiguo cauce del río Turia de València. Las inclemencias meteorológicas -en ocasiones en forma de lluvia- no restaron ni un ápice de protagonismo a un certamen perfectamente consolidado como escaparate de los productos agroalimentarios valencianos.

Casi un centenar de expositores -de los que casi la mitad eran bodegas- ofrecieron a visitantes y turistas una amplia muestra de los productos agroalimentarios que se elaboran en el ámbito de la Comunitat Valenciana, aprovechando la participación en la mayoría de los casos para presentar nuevos productos y dar a conocer las excelencias de sus elaboraciones.

Para la entidad responsable de la organización del certamen -la Asociación para la Promoción de Productos Agroalimentarios de Calidad de la Comunitat Valenciana (Proava)-, la cifra de ventas de degustaciones en taquilla se ha mantenido en un volumen similar al de la edición de 2017, rompiendo así una tendencia al alza que se venía registrando en los últimos años. Con todo, la cantidad de degustaciones -siempre según datos de los organizadores- se ha situado en doscientas cincuenta mil, por lo que, teniendo en cuenta las degustaciones que se incluían en cada cupón, la venta de talonarios de consumiciones superaría con creces las veinte mil unidades repartidas entre los cinco días en los que se ha celebrado el evento.

En el comunicado remitido por Proava sí se confirma un sensible aumento en el número de visitantes, con un diez por ciento más de público que el año anterior y con situaciones puntuales de aforo completo durante las diferentes jornadas.

Al margen de los datos, la trigésima edición de la Mostra de Proava también ha servido para reconocer la labor de los pioneros en la organización del certamen, en este caso personalizados en la figura del empresario Eduardo Mestres, durante años presidente de Proava e impulsor en su día de la creación de un evento que, después de tres décadas, está perfectamente consolidado en el calendario valenciano.

Mestres recibió de manos del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig -esta ha sido la primera ocasión en 30 años que el máximo representante del gobierno autonómico asistía a la inauguración- una placa como reconocimiento a su labor durante todos estos años y una pintura conmemorativa de la artista plástica Inma Amo.