Así no se resuelven los problemas

Nuevo espectáculo deplorable en Les Corts Valencianes en la sesión de control al presidente Carlos Mazón. Va a resultar complicado que la reconstrucción sea un éxito con la clase política echándose los trastos unos a otros. Lejos de una deseable unidad entre las diferentes fuerzas políticas que ayudaría a agilizar la reconstrucción de las zonas afectadas, se ha optado por el camino del enfrentamiento y la polarización. Mazón carga toda su responsabilidad sobre el Gobierno central mientras la oposición, PSPV y Compromís, piden su dimisión. Casi tres meses después de la tragedia y con municipios todavía en el nivel máximo de emergencia, el responsable de la reconstrucción Gan Pampols y el comisionado del Gobierno José María Ángel todavía no se han reunido para abordar la situación y donde la coordinación entre ambas instituciones, Gobierno central y autonómico, es fundamental para sentar las bases de la reconstrucción tras la dana.

En este cúmulo de despropósitos que pudimos ver y escuchar en Les Corts, Carlos Mazón utilizó el peor de los discursos que se han escuchado de un presidente autonómico en sede parlamentaria, diciendo que el Gobierno iba a destinar 24 millones de euros a Gaza, un territorio arrasado por Israel que ha dejado más de 60.000 muertos y donde la ayuda humanitaria sigue sin llegar tras 15 meses de guerra. Se quejaba el presidente Mazón que el Gobierno tiene dinero para Gaza, pero no para la Comunidad Valenciana.

Si desafortunadas fueron las palabras del presidente de la Generalitat sobre la ayuda del Gobierno central a Gaza, comparando ambas situaciones que evidentemente no son extrapolables, no menos desafortunado fue el tuit que se lanzó desde Génova contra la inmigración. Solo su portavoz, Borja Sémper se ha desmarcado de estas graves acusaciones.

El PP está cada vez más cerca de los postulados de Vox en materia de inmigración con un discurso xenófobo y racista que nada tiene que ver con la realidad de este país, donde la inmigración constituye una de las bases de nuestro crecimiento económico, gracias a la incorporación de mano de obra extranjera a muchos sectores económicos, entre ellos, el sector primario, donde sería imposible realizar las labores de campo, si no fuera por la mano de obra que llega de otros países.