El mundo en manos de Trump&Musk y Putin

Patricio Simó

Patricio Simó

El presidente de EEUU, Donald Trump ha iniciado conversaciones de paz con Putin, de espaldas a  la UE y sin contar con el país que fue agredido militarmente, Ucrania. Nada de lo que salga de esas conversaciones será bueno para Ucrania y sí para Rusia, cuyo presidente sale reforzado de esta guerra de la mano de Trump.

Sin ayuda militar por parte de Occidente, Trump va a cerrar el grifo, Ucrania no va a poder seguir resistiendo durante mucho más tiempo a la ofensiva rusa. La ayuda militar y económica que hasta ahora ha recibido el régimen de Zelensky ha sido fundamentalmente de EEUU, y en menor medida de Europa. Al final de su mandato Joe Biden, ante el temor de que Donald Trump pudiera ganar las elecciones presidenciales de EEUU, como así ocurrió, envió el último paquete de ayudas a Ucrania por valor de 6.000 millones de dólares que probablemente sean las últimas de la Administración americana, al menos, bajo el mandato de Donald Trump.

Que Putin se pueda salir con la suya, anexionándose territorio ucraniano, un 18% del territorio, robado durante la guerra que él mismo inició, deja al mundo mucho más expuesto a que un tirano como Putin pueda seguir con su política imperialista y lo mismo que ha hecho con Ucrania pueda hacerlo con países que antiguamente pertenecieron a la URSS. Es necesario crear un Ejército europeo, más allá de la OTAN, para hacer frente a los conflictos internacionales que puedan producirse en un futuro. Se acabaron los viejos tiempos en que EEUU ayudaba a Europa. Invertir en Defensa es invertir en paz, decía la ministra Margarita Robles. Y no le falta razón en el actual contexto internacional y geopolítico, derivado de oligarcas como Putin o Trump.

El futuro de Ucrania es el de la UE. Si se deja caer a Kiev ante Rusia, el autoritarismo reaccionario habrá ganado un pulso geopolítico contra Occidente que marcará el siglo XXI.

Trump quiere aplicar en política exterior y en defensa, la misma política que ha llevado a cabo en sus empresas como empresario multimillonario, que no es otra que pisar al débil y favorecer al poderoso.

No hay que olvidar que quien inició la guerra fue Putin y no Zelensky. Ha habido un país agresor (Rusia) y otro invadido (Ucrania). Si Ucrania se ve obligada a firmar la paz, por falta de ayuda militar, lo que le obligaría a entregar los territorios ocupados sería una derrota no solo de Ucrania sino de toda Europa y de los valores que siempre ha defendido y representado la UE, como son la democracia y la libertad, que vuelven a estar seriamente amenazados.

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