Empezó con cuatro locos, como en todos los inventos ingeniosos, y ahora es el deporte de moda en las playas, con especial presencia en la costa valenciana. El viento del Garbí tiene gran parte de culpa. «Es el viento perfecto, porque es continuo, no es racheado y sopla prácticamente todas las tardes», explica Sebastian Ducos, presidente del Kite surf Club Oliva, uno de los más activos de la Comunitat Valenciana. Quién lo ha probado, repite. La adrenalina está asegurada: puedes levantarse 20 metros sobre el agua y estar volando, literalmente, más de 20 segundos.

La progresión de practicantes de kite surf ha subido exponencialmente en los últimos años. Si en 2010 había 253 licencias, hoy hay 803. Se ha multiplicado casi por cuatro. La efervescencia de este deporte la Federación de Vela de la Comunidad Valenciana creó el comité de kitesurf para elaborar un plan estratégico y ordenar su práctica. Si el Garbí y las excelentes playas son dos elementos que convierten a la costa valenciana en una de las zonas privilegiadas para su práctica, el exceso del urbanismo en la costa es un hándicap. Paradoja: pese a que la Comunitat dispone de 524 kilómetros de costa, sólo hay 3 zonas permitidas para su práctica en la provincia de Valencia, que abarca más de un tercio del litoral autonómico. «Para los practicantes que somos, hay muy pocas zonas permitidas. El motivo es que tenemos un litoral reventado por los promotores urbanísticos. Todo lo que tenga urbanización detrás de la playa, es un problema. Como no disponemos casi de playas vírgenes, no hay casi zonas de para el kite», explica Ducos.

Un practicante de kite surf, como cualquier otro de cualquier especialidad naútica, no puede salir al mar desde cualquier lugar. Para eso existen las zonas balizadas, muy escasas. Las de este deporte, además, son especiales. «Hay muy pocos canales. A nivel de normativa, deben ser específicos para kite. No podemos salir desde cualquier zona balizada. Es más ancho, con doble balizamiento, y se necesita un coordinador de seguridad, una embarcación de rescate y la consiguiente señalización», afirma Ducos. Las tres zonas «legales» para volar sobre el mar con la cometa, en la provincia de Valencia, son en Barraquetes Vents (Sueca), un canal en El Perellonet (València) y Oliva. Practicar kitesurf en cualquier otro sitio puede acarrear sanción. De ahí que la FVCV se haya puesto manos a la obra para ordenar su rutina.

La propia federación impulsa la campaña 'Desafío Kite' este año. El objetivo: dar subvenciones a los clubes. Además, está en proceso de concesión una escuela de kite off en la Marina de València. ¿Qué es el kite off?: Una especialidad que permite a los kiters salir en barcas neumáticas a mar abierto para practicar allí su deporte.

La FVCV recomienda, por motivos obvios, la licencia para todos los practicantes para este deporte. El mismo consejo da Ducos. «Invitamos a la gente a que se federe. Es más que recomendable contar con tu seguro de responsabilidad civil», explican.

Aunque la primera patente viene de los Países Bajos, en 1977, el origen del kite surf tal como lo entendemos ahora está en Haway. Los hermanos Legaignoux, franceses, lo extendieron a finales de los 80. Por 1.200 euros hoy es posible encontrar un buen equipo de segunda mano para su práctica. Todo es cuestión de empezar.

Tablas para distintas especialidades

Hay varios tipos de tablas en la práctica del kite surf, dependiendo de la modalidad competitiva. La más convencional es la «twin tip», que es bidireccional, de forma que no es necesario girar. En la modalidad de «strapless», que consiste en una tabla de surf sin sujeciones para los pies. Este año se empiezan a utilizar las «alas», como los barcos de la Copa América.

Volar multiplicado por dos

A la izquierda, tablas con hidrofoil. Esta técnica permite a las embarcaciones y en en este caso caso a las tablas de kite, aumentar su velocidad disminuyendo la fricción entre el casco y el agua, evitando la resistencia por formación de olas.

Campeonatos

Después de un tiempo de pocas competiciones, vuelven. En Oliva se va a celebrar la Copa de España en modalidad «strapless» y «freestyle» entre el 1 y el 3 de septiembre, con el nombre de la Spain Kiteboarding League. Las competiciones irán creciendo, seguro,

en los próximos años